Los diputados revolucionarios de la Asamblea Nacional (AN) aprobaron este lunes un pronunciamiento en rechazo a la agresión del Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra funcionarios venezolanos, por constituir una nueva acción de difamación en contra del pueblo y las instituciones de Venezuela.
De acuerdo al texto leído por el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, Héctor Navarro, se deja claro que este ataque es una nueva acción de difamación contra el pueblo y el Gobierno Bolivariano, cuyo propósito es desprestigiar las instituciones del Estado e intentar desestabilizar al país.
Navarro reiteró que esta nueva agresión constituye una retaliación de tipo político que busca impulsar una serie de agresiones para desestabilizar a la nación. “Están montando una serie de expedientes. Todos los venezolanos tienen que cerrar filas en contra del imperio y de sus agresiones”, dijo.
“Mediante esta acción, se pretende amenazar a personas serias vinculadas con el gobierno del presidente Chávez, quienes están siendo sometidas a un bombardeo moral y ético. Queremos manifestar, rotundamente, nuestro rechazo en contra de esta actitud agresiva que no va a beneficiar a la humanidad”, puntualizó.
Para el parlamentario Pedro Carreño no es casualidad que de manera sistemática y recurrente el Gobierno de Estados Unidos (EE. UU) utilice sus instituciones para arremeter contra el pueblo venezolano y su dignidad.
Indicó que estas acciones, comunes en la Casa Blanca, tienen el objetivo de satanizar y estigmatizar a líderes, a los pueblos y a los gobiernos progresistas de manera tal de generar las condiciones para agresiones futuras.
Por su parte, el legislador Freddy Bernal sostuvo que esta nueva arremetida del imperio norteamericano responde a una campaña directa contra el presidente de la República, Hugo Chávez, y contra la Revolución Bolivariana, al acusar y pretender descalificar a venezolanos que son fieles al proceso de cambio que vive la Nación.
El pronunciamiento destaca que esta nueva agresión forma parte de una campaña de difamación contra Venezuela y contra la región, a fin de generar acciones violentas en la Patria.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU. acusó a los diputados Amílcar Figueroa y Freddy Bernal; al general del Ejército Cliver Alcalá Cordones y al agente Ramón Madriz, de colaborar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en operaciones de tráfico de armas y estupefacientes.
El hecho fue repudiado inmediatamente por el Gobierno Bolivariano a través del canciller Nicolás Maduro, quien calificó las denuncias como una agresión más, en la campaña de difamación que mantiene Estados Unidos en contra de los ciudadanos respetables de Venezuela.
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, señaló la semana pasada que él también tenía su lista, y que esta nueva acusación forma parte de la campaña internacional contra el país, como parte de la “locura imperial”, tal como la denominó, que anda desatada en el mundo.
Texto/CO
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