La Asamblea Nacional venezolana, debate la tarde este martes en sesión ordinaria, el proyecto de Ley Habilitante entregado por el Ejecutivo Nacional, para legislar en los ámbitos de atención a las necesidades vitales derivadas de la emergencia.
Durante el debate parlamentario la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, afirmó que de aprobarse la Ley Habilitante, se brindaría al Gobierno Nacional las herramientas necesarias para proporcionar seguridad social y celeridad a diversos programas habitacionales, financieros y presupuestarios para solucionar de manera inmediata la situación de emergencia que generaron las fuertes lluvias en algunos estados del país.
Flores, indicó que el Parlamento le otorgará carácter de urgencia reglamentaria al proyecto de Ley Habilitante para ser aprobado expeditamente y así dar comienzo a las soluciones planteadas.
Indicó que esta norma permitiría (por 12 meses) al Ejecutivo atender de manera inmediata y directa las necesidades de las más de 100 mil personas afectadas directa e indirectamente por las torrenciales lluvias registradas en gran parte del territorio nacional durante las últimas semanas.
«El Gobierno revolucionario ha dispuesto todo su empeño para ofrecer respuesta a todas estas personas y para ello está la necesidad de esta Ley Habilitante, para poder tener las condiciones y ayudar a todas esas miles de personas que quedaron afectadas«, manifestó Flores.
Señaló que el proyecto de Ley Habilitante ha sido presentado en los refugios del país para que las personas albergadas conozcan y debatan todo lo que el documento contiene, con el objetivo de crear una norma en consonancia con las necesidades de los ciudadanos afectados por efectos de las lluvias.
El Vicepresidente de la República, Elías Jaua, al entregar el proyecto de Ley, este martes en horas de la mañana, explicó que la habilitante incluye varios ámbitos, a fin de dar atención a más de 33 mil familias, 138 mil personas, afectadas por las lluvias, así como recuperar más de 250 vialidades, 36 puentes derribados, tres embalses de agua potable colapsados y más de 46 mil hectáreas de cultivos destruidas.