El segundo día de paro de los productores colombianos de papa transcurrió sin que se avizore un acuerdo con el Gobierno capaz de satisfacer las demandas de un sector atenazado por el impacto de los Tratados de Libre Comercio en la agricultura.
Nosotros no nos vamos a echar para atrás hasta que tengamos una solución definitiva del ministerio de Agricultura y la presidencia de la República, dijo al sitio digital Portafolio el campesino Rodrigo Ochoa.
Acabaron con el trigo y la cebada y ahora quieren acabar con la papa, manifestó por su parte el agricultor Isidro Chocontá, al aludir a las consecuencias de los TLC.
La revisión de ese acuerdo es una de las exigencias del gremio, que también reclama el freno de las importaciones, un precio sustentable por carga de 120 kilogramos y el refinanciamiento de las deudas bancarias.
Aparejados a esas demandas, coexisten otros reclamos como subsidios para las siembras y los insumos y la erradicación del contrabando que facilita la entrada de lotes de papa en polvo, granulada o precocida, con fechas de vencimiento muy próximas, lo cual abarata su precio en los mercados y decide la elección del consumidor, sostienen.
Los diálogos entablados con el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, continúan acumulando horas de discusiones que no parecen seguir un rumbo certero.
Otros gremios se han sumado a las protestas de los productores del tubérculo, entre estos los cosecheros de cebolla, maíz, algodón, lecheros y transportistas de carga por carretera, lo cual hace predecir que las manifestaciones ante la aguda crisis del campo aumentarán.
También persiste gran inconformidad entre los productores de azúcar y maíz y los porcicultores, quienes rechazan los acuerdos de la Alianza Pacífico entre Colombia, Perú, Chile y México, que califican de tratado perjudicial para sus intereses, al abrir una puerta para mayor expansión a las importaciones.
Estas últimas impulsadas, además, por la revaluación del peso colombiano, que afecta la competitividad de los productores nacionales, asegura el presidente de la Sociedad de Agricultores, Rafael Mejías.
Miembros del sector aseguran, además, que las autoridades no realizan controles del contrabando para que el precio de las papas siga por el suelo y no afecte la inflación.
Por ahora, los productores del tubérculo aguardan el pronunciamiento de sus voceros reunidos con el Gobierno. Mientras, los ánimos se caldean.