Columna de Hindu Anderi| La paz de los sepulcros (Opinión)

Israel no admite estar detrás del ataque ocurrido el jueves 15 de agosto en el sur de Beirut, capital del Líbano, en el que 22 personas murieron y 120 resultaron heridas. Pero la milicia de Hezbolá lo acusa por considerar que se debió al apoyo que han dado a Damasco, en la guerra que libra el gobierno de Bashar al Assad, contra  los llamados “rebeldes”.

El atentado ocurrido cerca de las oficinas de ese partido, con la explosión de un coche bomba  le fue endilgado al enemigo natural, Israel. Pero no solo Hezbolá, también el Gobierno de Beirut dijo que el coche tenía “la huella de Israel”.

Hezbolá fue amenazado por voceros del autodenominado Ejército Libre de Siria, que enfrenta las fuerzas de Al Assad, que le aseguraron “pagará” su apoyo al Gobierno sirio.

En consecuencia, este jueves dos cohetes fueron lanzados desde el sur del Líbano, impactando sin consecuencias en el norte de Israel (Palestina ocupada), cuyas autoridades inmediatamente ordenaron el sobrevuelo de la frontera y el espacio aéreo libaneses.

Esto agrava el escenario de la región, pues se suma a la crisis en Egipto; la guerra en Siria; la inestabilidad política de Libia; el piso aceitoso por donde caminan las “negociaciones entre Israel y Palestina”.

Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU, eficientemente como hace cuando le interesa, se ha reunido para examinar la “masacre con armas químicas de unas 1.300 personas”, supuestamente perpetrada por el Gobierno sirio.

¿Será que ahora se animen a investigar décadas de masacres y uso de armas químicas contra pueblos como el de Líbano y Palestina perpetradas por Israel, que trabaja por la paz, pero la de los sepulcros?

hindu.anderi@gmail.com
Caracas