En la acción intervinieron dos o más personas|Pernos causantes de la tragedia de Amuay fueron aflojados días o semanas antes

Con más de 20 años de experiencia y el aval de haber participado en las investigaciones de unos 80 accidentes industriales, Rubén Figuera es, sin duda, una de las voces más autorizadas para hablar sobre el evento registrado en Amuay el 24 de agosto de 2012, cuando comenzó un escape masivo de gas inflamable de olefinas del Bloque 23 que se incendió y causó 47 víctimas, 135 lesionados y pérdidas por 1.100 millones de dólares.

Figuera, director ejecutivo de nuevos desarrollos de la Faja Petrolífera del Orinoco de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), formó parte del comité que hizo las pesquisas correspondientes; por ello, el experto recibe al equipo del Correo del Orinoco con informes detallados sobre el comportamiento de los materiales involucrados en el siniestro. Para entenderlos no es necesario tener un posgrado en ingeniería de materiales, sino dos dedos de frente.

Quien pone en duda la conclusión de la investigación -fue un sabotaje y no un accidente- debe escuchar la minuciosa explicación de Figuera acerca de lo que sucedió con los espárragos en la bomba P-2601. En resumen, dos o más personas ingresaron a la refinería, retiraron el perno 5 y aflojaron los 6,4,3, y 1 días o semanas antes del evento. Eso es “suficiente y necesario para que haya ocurrido esta falla”, indica. “Indujeron un mecanismo de falla, que es fatiga por esfuerzo cíclico”. Las llamadas “marcas de playa” muestran que fue así.

Los estudios concluyeron que la vibración del motor no es suficiente para causar la falla por fatiga en el espárrago que no fue tocado, y determinaron que la vibración sí puede provocar la falla en los espárragos aflojados.

Figuera cree que no fueron aflojados con horas de antelación “porque estos procesos toman tiempo”, y estima que tampoco “fueron días”, sino que “transcurrieron algunas semanas” antes “de que esto fallara”.

De haber aflojado un solo perno “no hubiese ocurrido un evento de esta naturaleza”. Por eso quienes sabotearon hicieron lo correcto para sus fines: “Quitar uno y aflojar cuatro”.

Con base en las evidencias, expresa que “no existe ninguna otra posibilidad de que este sistema haya fallado sino que haya sido intervenido, que haya sido saboteado”. Es decir, cualquier otra hipótesis quedó descartada ante los resultados de las pesquisas.

AL MENOS DOS

La reconstrucción de lo sucedido no permite determinar cuántas personas actuaron contra las instalaciones de Pdvsa, pero hay algo que el investigador tiene claro: una sola persona no pudo hacerlo. “Al menos dos personas hacen falta para aflojar un perno, porque hay que colocar la llave y hay que golpear”, acota. Retirar un perno y aflojar tres o cuatro más “lo puedes hacer en 45 minutos, media hora”.

Figuera detalla que no se puede decir cuánto tiempo transcurrió desde que lo aflojaron hasta que falló, pero los estudios indican que el colapso ocurrió en un tiempo breve. Lo sofisticado del mecanismo indica que quienes actuaron “conocen lo que estaban haciendo”, conocen “el funcionamiento y la fatiga de pernos y de espárragos”. Es decir, “tenían que conocer la refinería para poder entender dónde afectar, porque el punto que escogieron, las esferas del bloque 23”, contienen propano, butano y olefinas; en otras palabras, forman parte de una de las áreas con mayor “potencial de consecuencias en caso de escape”, ya que el resto son espacios para almacenamiento.

Los pernos, apunta, “no fallan por fatiga nunca”, porque “por diseño no puede ocurrir”, y “lo que estamos observando en estos pernos (de la bomba P-2601 de Amuay) es falla por fatiga, corroborada por Intevep. ¿Cómo fallaron por fatiga? Fueron aflojados”.

Las personas que cometieron el acto “son mecánicos”, que sabían operar las herramientas para aflojar los pernos y hacerlo de manera rápida, “porque nuestros operadores hacen rondas por esa zona”, incluso de noche.

Bomba y pernos son equipos importados, señala Figuera. “Consultamos a los fabricantes y dijeron que la bomba estaba operando tal cual lo recomiendan. Estos fabricantes son muy rigurosos en cuanto a la forma de instalación, la forma de operación y el mantenimiento. Nos dan guías para todo: nos dan guías de instalación si no la instalan ellos mismos; nos dan guías de operación, parámetros de operación y nos dan las normativas de mantenimiento”.

-¿Todo eso se estaba cumpliendo? ¿No hay ninguna queja del fabricante?

-No hay ninguna queja.

Según el reporte oficial de Pdvsa, se realizaron consultas a los fabricantes de la bomba David Brown y del motor Westinghouse. También “se llevaron a cabo 15 simulaciones de elementos finitos, 3 simulaciones de campo, 9 análisis matemáticos y 179 pruebas y ensayos de laboratorio”.

EVIDENCIAS FIRMES

Como buen docente Figuera refiere, también, los mayores incidentes industriales en el mundo, petroleros y no petroleros; por ejemplo, lo ocurrido en la plataforma Piper Alpha, que colapsó en 1988 en el Marte del Norte. Estos eventos llevaron a la instauración de la gerencia de seguridad de procesos. “Petróleos de Venezuela comenzó a implantarla en 1994, después de una serie de accidentes muy severos”, como el registrado en 1993 con la explosión de Planta Lama, en el Lago de Maracaibo, rememora.

Eventos como el de Amuay “los investigamos con una rigurosidad extrema”; en el proceso se pesquisas se incorporaron organismos de seguridad del Estado y el Ministerio Público. “Las evidencias se levantaron en conjunto”, precisa.

Figuera sentencia que “es complejo conspirar contra la evidencia”, y agrega que las evidencias sobre Amuay son firmes e irrebatibles. Recalca que la refinería es “un sistema de muy alta precisión”, en el que hay registro de lo que se hace y lo que no.

Surge una pregunta de rigor: ¿Cómo alguien ajeno entra a la refinería y el personal de seguridad no lo puede ver? Figuera aclara que las cámaras tienen una visión de áreas “desde unas posiciones lejanas”, no “de proximidad”. En otras palabras, no son cámaras como las de la entrada a una oficina, en la que es posible detectar más detalles.

-¿Es una falla de seguridad?

-Creo que se debe fortalecer nuestro sistema de control de intrusos, control de ingresos, sistemas de supervisión de áreas.

Sin embargo, el experto puntualiza que el área es visitada varias veces por día.

El investigador remarca que, una vez ocurrida la fuga de olefinas ese 24 de agosto, la actuación fue la correcta. “El operador hace su ronda, pero hay un hombre que permanentemente monitorea el flujo, monitorea las condiciones del proceso para identificar cualquier desviación”. Fue, precisamente, el panelista de la sala de control de suministros quien, a las 11:57 pm, observó la primera señal de alarma: “fluctuaciones en el flujo”. A partir de ese momento “se inicia nuestra respuesta ante este evento”.

NO HUBO FALLAS DE MANTENIMIENTO

Figuera descarta que se haya incurrido en fallas de mantenimiento. “Nuestra filosofía de mantenimiento es clase mundial; está de acuerdo con los estándares de la industria en el mundo. No hemos inventado nada distinto; seguimos los estándares de la industria, seguimos los estándares de diseño, diseñamos de acuerdo con las normativas internacionales”, subraya. La mayor parte de estas orientaciones proceden de Estados Unidos.

El experto manifiesta que, quien no conoce, especula, y afirma que los alegatos opositores sobre lo sucedido en Amuay no son más que especulaciones. Insiste en que esos voceros no dicen que fue error de diseño de la refinería porque tendrían que argumentar que las instalaciones, hechas por técnicos estadounidenses, fueron mal concebidas.

De acuerdo con Figuera, las esferas “tenían su mantenimiento mayor programado y ejecutado de acuerdo con los estándares internacionales”. Equipos como compresores y bombas “tiene un mantenimiento predictivo”, con el monitoreo de una variable fundamental: la vibración. También “hay varios niveles de mantenimiento preventivo”. Todo eso “está perfecto”, reitera.

El investigador descarta de plano que haya ocurrido una falla de sello, y dijo que le costaba creer que la vocería opositora pensara realmente que 3.700 barriles de olefinas se fugarían por un sello en un periodo de 60 minutos. “Jamás ocurriría” algo así, sentencia.

Lo cierto es que la nube de gases de olefinas que escapó de la brida de la bomba P-2601 se habría desplazado hasta el Destacamento 44 de la Guardia Nacional Bolivariana; el incendio se produjo a tratar de

poner en marcha un vehículo al intentar desalojar a los efectivos. Lo demás es una historia en la que, de nuevo, el comandante Hugo Chávez rompió los esquemas al presentarse en el lugar del evento -acompañado por el entonces vicepresidente del Área Política del Gabinete, Nicolás Maduro, y el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez- a riesgo de su propia vida.

Si en esos días se sintió olor fue por mercaptanos y no por olefinas

En la fecha de 2012 cuando sucedió el evento en Amuay el viento soplaba hacia el Destacamento 44 de la Guardia Nacional Bolivariana y hacia el pueblo, señala el experto Rubén Figuera. Sobre las especulaciones en cuanto al olor que algunas personas refieren haber sentido por esos días, puntualiza que se trató de mercaptanos (compuesto sulfurado) y no de olefinas.

Figuera acota que las olefinas escaparon en forma líquida y se convirtieron en gas de manera muy rápida, que alcanzó varios metros de altura en pocos segundos. Con una masa de esa magnitud era solo cuestión de tiempo que ocurriera un incidente, aseveró. Si el viento hubiese circulado en la dirección contraria la explosión habría ocurrido dentro de la refinería y no en la comunidad, con daños aún peores.

No se hallaron explosivos

Las investigaciones descartaron la presencia de explosivos en la refinería de Amuay, puntualiza Rubén Figuera. Aun cuando Pdvsa no tiene acceso a todo lo que maneja el Ministerio Público, Figuera confirma que no hay registro de sustancias diferentes de las que deben estar en la instalación petrolera.

De interés

Un total de 293 mecánicos hay en la refinería de Amuay juntos suman 4.918 años de experiencia

T/ Vanessa Davies
F/ Héctor Lozano

por favor lllevar todo hasta el fin

  • Bueno, el que tenga ojos que vea,..
    La impunidad es el cáncer que corroe las entrañas morales de nuestra democracia,..
    Investigar a fondo, descubrir a los culpables y aplicar todo0 el peso de la Ley,..
    Basta de Impunidad!!