Se superaron las expectativas, enfatizó|Pibo Márquez: El Fipbar demostró que hay necesidad de intercambio de saberes

El percusionista venezolano Pibo Márquez, organizador del Festival Internacional de Percusión de Barlovento (Fipbar) 2014, sostuvo que con la realización del evento “demostramos que hay una necesidad de intercambio de saberes en las comunidades”.

El músico, quien por tercera vez se ha dedicado a la producción del evento, manifestó sentirse satisfecho con el Fipbar, pues el poder de convocatoria fue interesante.

“Yo, al igual que las personas que me apoyaron a llevar adelante esta iniciativa, estamos muy felices porque se superaron las expectativas con el festival”, afirmó.

En conversación con el Correo del Orinoco, el artista comentó que, pese a los temores que tenían con esta edición del festival, el cronograma se cumplió a cabalidad y la participación fue efectiva.

Explicó que uno de sus miedos era que, por primera vez, el encuentro se iba a desarrollar al aire libre y en una comunidad cuya gente está acostumbrada a grandes eventos.

Márquez afirmó: “Este es un pueblo habituado a ver eventos multitudinarios. Casi siempre se presentan artistas famosos y de moda. Y este festival es una iniciativa que no busca valorarse por la cantidad de público”.

El percusionista enfatizó que este es un encuentro que va dirigido a un público en específico y que afortunadamente contó con el apoyo de las personas y las comunidades que esperaban.

“Con nosotros estuvieron todos los grupos musicales de Barlovento. Veíamos su nivel de compromiso y eso nos animó mucho”, manifestó.

La tercera edición del Fipbar tuvo como sede principal la Concha Acústica y el Polideportivo de Higuerote, espacio donde se llevaron a cabo conciertos y talleres.

El festival también se trasladó a distintas comunidades de Higuerote; su gente, así como las agrupaciones del lugar participaron de clínicas y actividades dirigidas por los invitados internacionales.

Cristian Latorre (Chile), Kike Purizaga (Perú), Gilbert Martínez (Colombia) y Sibusiso Nikundlane (Sudáfrica) fueron los músicos foráneos presentes en el Fipbar.

DIVERSIDAD

Márquez expresó que el festival no solo se centró en la percusión, ya que también se debatieron otras temáticas como la conservación del medio ambiente y la promoción de otros ritmos.

“Tuvimos una variedad de talleres. Uno de ellos tuvo que ver con la historia y tradición del juego del garrote. Se trata de una expresión que no tiene música, pero que raya en la percusión. Es una manifestación compleja, que no es festiva, no suena a ritmo, pero es interesante”, mencionó.

Precisó que, de igual manera, la participación de Sibusiso Nikundlane, proveniente de Sudáfrica, causó mucho interés: “Él habló de Nelson Mandela, a quien rendimos tributo en el festival, pero también conversó sobre la importancia de la preservación del medio ambiente”.

Para Márquez el programa fue variado y ese era el objetivo, ya que la idea era organizar un festival agradable y analítico.

“NOS HAN RECIBIDO MUY BIEN”

El artista y productor Pibo Márquez sostuvo que esta edición del Fipbar, al igual que las anteriores, ha sido agradable para sus participantes, por lo que le resulta difícil comparar uno con otro.

“Aquí nos han recibido muy bien, por eso para mí es complejo establecer las diferencias entre las ediciones. Este, como los otros, han sido buenos; lo único distinto es que se desarrolló al aire libre y los otros en lugares cerrados”, acentuó.

Durante la entrevista, el músico destacó la asistencia de los invitados internacionales y lo contentos que quedaron.

“Ellos están emocionados porque consideran que es un festival inédito. Yo mismo estoy impresionado por la respuesta positiva que ellos me han dado sobre el evento”, declaró.

Apuntó que el Fipbar tuvo la presencia de músicos de alta calidad, pero que “literalmente” son desconocidos. “Por ejemplo, a Gilbert Martínez no lo conocemos por su nombre, pero la canción de ‘El caballito’ de Carlos Vives fue escrita por él”, contó Márquez.

“No es necesario traer a Marc Anthony para que nos diga qué malos somos”

El músico Pibo Márquez comentó que, además de los conciertos y las presentaciones musicales, otro atractivo del encuentro fue el intercambio de saberes que se produjo entre los artistas y las comunidades.

Ejemplificó que Gilber Martínez, de Colombia, se trasladó a la población de Curiepe para intercambiar con los cultores de la zona sus conocimientos y sus técnicas para la ejecución de los instrumentos de percusión.

Lo mismo hicieron los hermanos Cristian y Oscar Latorre, quienes visitaron Tacarigua. “Se hizo un trabajo comunitario muy importante. Ellos se fueron para cada comunidad y pasaron un día hablando e intercambiado saberes musicales y humanos”, dijo.

Al respecto, recalcó que con el Fipbar los percusionistas criollos están demostrando “que no es necesario traer a Marc Anthony para que nos diga qué malos somos. O que nos traigan al señor Willy González para ganar bastante dólares y que ningún niño pueda ni saludarlo”.

Aseveró que en otros países cualquier artista debe, por obligación, hacer un trabajo comunitario en el género que representa.

“Si eres un cantante o si eres un pianista, reúnete con los pianista de acá, cuéntale que hiciste. Igual con otros instrumentistas. Eso es un beneficio”, aseguró.

Insistió en que él, al igual que el resto de los percusionistas, coinciden en que el conocimiento “es lo único que tenemos, que podemos dar y no lo perdemos”.

BUEN SABOR DE BOCA

Pibo Márquez concluyó que el Fipbar fue otro festival que dejó buen sabor de boca y que también les permitió saber cuáles son sus errores y en que deben mejorar como representantes y exponentes de la percusión.

“Fue una actividad para nutrirnos, para conocernos más desde otros puntos de vista, enseñando, aprendiendo y reconociendo fallas, todo en beneficio de la comunidad y de los futuros cultores”, sentenció.

T/ Patricia Pineda
F/ Roberto Gil