El ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, pidió este miércoles al Banco de Japón adoptar medidas más agresivas para combatir la deflación y disminuir la fortaleza de yen frente a otras divisas.
No obstante, Aso admitió que la política monetaria por sí sola no puede resolver la deflación, por lo que instó a adoptar medidas fiscales más profundas dirigidas a estimular la demanda efectiva.
A su vez, el ministro de Economía, Akira Amari, se expresó en similares términos y abogó por acciones más agresivas para revertir la situación y frenar la caída de los precios.
Acorde con trascendidos, bajo la presión del nuevo primer ministro, Shinzo Abe, el Banco de Japón podría adoptar una nueva meta de inflación del dos por ciento, con lo cual duplicaría su actual objetivo para los precios.
Por otra parte el gobierno impulsa la aprobación de un presupuesto extra para el año fiscal en curso, a fin de estimular la estancada economía del país.
La partida total para el ejercicio, que concluye el venidero 31 de marzo, asciende a 12 billones de yenes (unos 137 mil millones de dólares).
Fuentes cercanas a ese proceso indicaron que el 25 por ciento de esos recursos adicionales se destinaría a proyectos de obras pública, con objetivo de activar la economía, combatir la deflación y disminuir las consecuencias de la fortaleza del yen frente a otras divisas internacionales.
El Ejecutivo espera poder presentar el próximo 15 de enero el borrador del presupuesto extraordinario a la Dieta (cámara baja del Parlamento).