Familiares de las víctimas y residentes pidieron, este domingo, privacidad a la prensa de Estados Unidos durante el primer aniversario de la masacre en una escuela primaria de Newtown, donde un individuo armado mató a 20 niños y seis adultos.
Las autoridades de la ciudad no tienen previsto ningún acto público para el día 14, cuando se cumple un año de la tragedia, e incluso urgen a empresas, iglesias y otras instituciones a prohibir la entrada de los vehículos de los medios de comunicación en sus estacionamientos, reportó el diario The New York Times.
«Ya es bastante difícil tener que pasar por esto y nadie debería, es muy importante para todas las familias ser dueñas de su propio proceso de duelo», dijo al periódico Michele Gay, quien perdió a su hija de siete años en la matanza.
María Ruggiero, otra residente de Newtown, dijo al Times que no quieren a la prensa allí porque desean acabar con el recordatorio de tristeza.
El pasado 14 de diciembre el joven armado Adam Lanza acabó con 26 vidas en la escuela primaria Sandy Hook, la cual hace algunas semanas fue demolida.
La masacre avivó el debate nacional sobre el control en las ventas y la circulación de armas, sin embargo, el Congreso aun no tomó ninguna decisión al respecto.
Según cifras oficiales, en Estados Unidos hay casi 300 millones de artefactos mortíferos en manos de civiles y el país reporta un incremento de los incidentes violentos con armamentos.