La gineco-obstetra Maite Manterola, del equipo de Plafam, también dedica su tiempo a las adolescentes a partir de los 14 años de edad, pues de acuerdo con la ley (Lopna) pueden acceder a servicios de salud sin necesidad de estar acompañadas por sus madres o padres.
Manterola explica que las muchachas generalmente acuden a consulta para buscar un método anticonceptivo. “Usan generalmente métodos a largo plazo, como los implantes, por su comodidad” y para que la intolerancia familiar no las alcance.
“Nos llama la atención que se preocupan de la anticoncepción pero no se preocupan por las infecciones de transmisión sexual”, puntualiza.
Muchas de las usuarias y usuarios recurren a Plafam para poder acceder a los anticonceptivos. “Vienen mucho buscando los implantes, que no los colocan en todos lados” y garantizan protección por tres o por cinco años. También recurren a Plafam para consulta y citología, puntualiza la enfermera Yaley Cadenas, quien tiene cuatro años y medio en la asociación.
Llama la atención sobre el virus de papiloma humano: “Es muy común ahorita” y vienen las y los pacientes para hacerse el diagnóstico. “No saben que se pueden infectar, o piensan que solo les salió una verruguita y que es un vello infectado u otra cosa; no lo asocian con que no se cuidaron al tener relaciones sexuales”.
Lorena tiene 33 años, es mamá de un hijo y es usuaria de Plafam desde hace dos años. Llegó a la asociación por recomendación de una amiga. Solo tiene palabras bellas para describir el servicio: “Es excelente”. Asegura: “Siembre vengo para acá y recomiendo a mis amigas venir para acá”. Lo que hace a este servicio mejor que otros es, en una palabra, “la atención”. Solo le faltaría, en su opinión, la cirugía.