De acuerdo al Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud de 2012, presentado por el Instituto de Desarrollo de la Juventud (IDJ), el 57% de niños y adolescentes entre 0 y 19 años viven en la pobreza en Puerto Rico.
El estudio, realizado mediante una alianza entre entidades como Scotiabank, la Fundación del Banco Popular, Pfizer y otras, para nada toca el tema de las causas de la pobreza, pero recoge información importante que evidencia una vez más la grave desigualdad existente en Puerto Rico.
Cerca de un millón de personas, una cuarta parte de la población, se encuentra en el sector de 0 a 19 años de edad. Son los que van a vivir, convivir, dirigir y organizar el país en la próxima generación. Son los que van a sustituir a los que nos vayamos yendo. Ese sector es la zapata donde montaremos las rocas para edificar la Patria que queremos, el otro Puerto Rico posible que tenemos que construir.
Según el informe, del 57% de nuestros jóvenes menores de 18 años que viven bajo el nivel de pobreza, el 51% vive con su madre soltera. El 46.5% de nuestros abuelos viven con menores de 18 años y son responsables de su manutención, vivan o no con uno de sus progenitores.
En cuanto a educación, el 44% de niñas y niños de entre 3 a 4 años no están matriculados en la escuela y el 7.5% entre los 3 y 17 años, tampoco. El 20% de las personas de más de 25 años alcanzaron menos de noveno grado. Datos impresionantes a la hora de definir proyectos de acción comunitaria.
Somos uno de los países de mayor desigualdad social en el mundo. De 198 países, ocupamos la posición número 15 entre los que existe mayor brecha entre ricos y pobres. El 10% de la población (370 mil personas) recibe el 90% de los ingresos, mientras que el 90% (3.4 millones) reciben el 10%.
Lejos de reducirse con los años, lo que ha ocurrido en PR es un aumento en la brecha entre ricos y pobres. Si a esto añadimos la falta de acceso de grandes sectores a la recreación, las artes, el deporte y la cultura, tendremos el caldo de cultivo para el aumento rampante en la criminalidad y desasosiego social.