La policía húngara impidió este sábado una manifestación de neofascistas en la sureña localidad de Pécs, en vísperas de una manifestación convocada en esta capital con el objetivo de recordar a medio millón de víctimas del Holocausto nazi en esta nación.
Agentes del orden público disolvieron e identificaron a un grupo de 18 neofascistas, incluidos cuatro menores, reunidos en la plaza de Pécs, quienes desoyeron las advertencias lanzadas la semana pasada por el Ministerio del Interior de que impediría tales manifestaciones.
El hecho ocurre, cuando este domingo el movimiento antifascista Dargas prepara la «Marcha por la vida» para rendir tributo a quienes fallecieron, a causa de las prácticas fascistas del régimen de Adolfo Hitler, con el que se alió el gobierno títere magiar en la II Guerra Mundial.
Las autoridades húngaras advirtieron que impedirían cualquier manifestación para celebrar el cumpleaños de Hitler, a lo cual llamó el movimiento neofascista Pax Hungarica.
Pero medios de prensa locales destacan el avance de las corrientes ultaderechistas en esta nación, sobre todo, después de la victoria de la extrema derecha en los comicios de 2010, en los cuales el Movimiento para una Hungría mejor, de marcada tendencia neofascista, obtuvo el 17 por ciento.
Tal movimiento, convertido en tercera fuerza política, controla ahora 44 escaños en el legislativo nacional y tres en el Parlamento Europeo, además de contar con la llamada Magyar Garda (Guardia Húngara), con uniformes oscuros, similares al de movimientos neofascistas, y con derecho para sus miembros a portar armas.
En medio de un creciente desempleo, corrupción y estancamiento económico, las ideas xenófobas parecen tomar fuerza en este estado del centro europeo, en coincidencia con el auge de la tendencia neofascista en naciones como Croacia, Austria, Chequia, Eslovaquia, Bulgaria y Serbia.