La Policía de Japón comenzó este miércoles a profundizar sobre el caso del suicida que en un Shinkansen (tren bala) se prendió fuego, causó la muerte de una pasajera y heridas a 26 personas.
Las autoridades iniciaron la pesquisa con un registro del domicilio perteneciente al protagonista de la inmolación, Haruo Hayashizaki, un pensionista de 71 años de edad, residente en el distrito tokiota de Suginami, según la cadena estatal NHK.
Se trata de la primera vez que ocurre un episodio como ese en un Shinkansen, conocidos por su seguridad y puntualidad, aunque los suicidios no son un fenómeno infrecuente en el país asiático.
Hayashizaki se roció con combustible y dio fuego cuando viajaba en el primer vagón de un tren que cumplía el trayecto de Tokio a Osaka, según relataron testigos presenciales.
El incidente causó la muerte por inhalación de humo de una pasajera del mismo vagón de 52 años de edad y heridas a otros 26 pasajeros, dos de los cuales se reportan de grave, e interrupciones en la línea de alta velocidad Tokio-Osaka.
Antes de prenderse fuego, el suicida ofreció billetes de mil yenes (unos 8 euros) a otros pasajeros y les pidió que se alejaran de él, relataron a la policía algunos de los viajeros que lograron escapar de las llamas.
La gendarmería busca pistas sobre las motivaciones que lo condujeron al suicidio y tratan de determinar cómo obtuvo el líquido inflamable para quemarse a lo bonzo.
«Se descarta un acto de terrorismo», indicó el vocero del Gobierno, Yoshihide Suga, quien evitó dar más detalles del caso porque todavía está bajo investigación.