La Policía británica prometió este viernes no bajar la guardia en materia de seguridad en los Juegos Olímpicos de Londres, a pesar de que faltan sólo dos días para la finalización de la cita.
Scotland Yard indicó que sus operativos de «baja visibilidad» le permitieron a visitantes y espectadores disfrutar de los Juegos sin inconvenientes, al tiempo de mantenerse un amplio operativo anti-terrorista.
El subcomisionado de la Policía Metropolitana, Chris Allison, a cargo de la seguridad de Londres 2012, agregó que las acciones antiterroristas durante los Juegos «fueron de rutina» y en ningún momento hubo una amenaza directa a las Olimpiadas.
«Reconocemos que aún faltan tres días para el final, tres días muy importantes y con muchas actividades, y por lo tanto no bajaremos la guardia en absoluto», destacó Allison.
«Lo principal para nosotros es asegurarnos que los Juegos concluyan de forma segura y que los 10,8 millones de espectadores que pasan por las sedes disfruten del evento. Eso es lo que está pasando hasta ahora. Siempre dije que el enfoque debe estar en el deporte, y no en la seguridad», agregó.
Tras ser consultado acerca de si las amenazas por terrorismo crecieron hacia el final de los Juegos, Allison respondió: «Potencialmente cualquier cosa podría pasar y esa es la posición que hemos tomado durante todo el planeamiento y operativos de seguridad».
La seguridad de Londres 2012 fue una de las principales prioridades de los organizadores de los Juegos, a siete años de un sangriento atentado terrorista en Londres que provocó la muerte de 52 personas y heridas a otras 700.
En aquella oportunidad cuatro atacantes suicidas detonaron los explosivos que llevaban en sus mochilas en tres vagones del metro atestados de gente y en un autobús que atravesaba la capital.
Ese ataque ocurrió exactamente un día después que Londres fue votada como la anfitriona de los Juegos Olímpicos 2012.
El mes pasado, el jefe de los servicios secretos británicos MI5, Jonathan Evans, advirtió que los Juegos presentaban un blanco atractivo de ataque para los terroristas, debido al gran número de espectadores y al gran impacto que tendría un atentado a nivel global.
Como parte del operativo de seguridad, las autoridades desplegaron a miles de soldados y policías en el Parque Olímpico, donde se encuentran los principales estadios de los Juegos, como también a otras sedes olímpicas de la ciudad. También fueron desplegados agentes armados a estaciones de trenes y del metro y quedaron en alerta helicópteros, botes y buques de guerra como el HMS Ocean en caso de un atentado a gran escala.
El operativo de seguridad, el mayor desplegado en Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), involucra a todas las áreas de las Fuerzas Armadas británicas, incluida la Marina, la Fuerza Aérea y el Ejército.
Nick Herbert, ministro para la Seguridad Nacional, afirmó que las autoridades «no bajarán la guardia en ningún momento de los Juegos». «Hay una amenaza siempre presente en este país y eso es algo que tenemos en cuenta. Este ha sido un enorme operativo de seguridad para garantizar que la gente esté protegida durante los Juegos», dijo.
«Pero las Olimpíadas aún no han concluido y por eso es importante que mantengamos las medidas hasta que finalicen incluso los Juegos Paralímpicos», agregó.
Una de las preocupaciones de los organizadores de Londres 2012 fue la posibilidad de que se repitiera un atentado como el de 2010 en Uganda, cuando 79 personas murieron mientras miraban por televisión la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica.
El temor es que se puedan atacar pubs británicos en otros países, donde ciudadanos del Reino Unido estén mirando los Juegos.
«Estamos trabajando con nuestros colegas en otros países de Europa y el resto del mundo para evitar que algo así ocurra», sostuvo Herbert.