A pesar del rechazo de los diputados de las organizaciones políticas opositoras en el Congreso, el Partido Popular convalidó «en solitario» pero con mayoría el mayor recorte a las cuentas públicas de la historia democrática de España, «recomendado» por la Unión Europea (UE) al conservador Mariano Rajoy.
Todos los diputados de izquierda se retiraron de la votación; de los 312 que se quedaron en la sesión, 180 apoyaron el tijeretazo por 65.000 millones de euros (solamente uno no era del PP); 131 se opusieron y un diputado se abstuvo.
«Hay que reducir servicios públicos para crecer. Las decisiones se derivan de recomendaciones de la UE», dijo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro en defensa del último zarpazo contra las «promesas» de campaña del partido de derecha y agregó: «Es el momento de decir las cosas claras: hay que reducir gastos públicos, servicios públicos, porque nos conviene para crecer».
La fórmula para el crecimiento dictada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) consiste en el aumento del tipo general del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 18% a 21% y del tipo reducido de 8% a 10%. Alza que ubica a España en el quinto puesto con el impuesto más alto de la Unión Europea.
La receta también incluye la eliminación de la deducción del impuesto por compra de la primera vivienda, con lo que Rajoy y el PP violan una de sus promesas electorales de 2011.
Rajoy redujo a 50% la tasa de reposición de la prestación por desempleo a partir del sexto mes de paro y aseguró que con esta decisión se «estimula» la búsqueda de un nuevo empleo.
Con respecto a las prestaciones sociales, explicó que «racionalizará el gasto en el sistema de dependencia, revisando el baremo y las prestaciones».
A los trabajadores públicos les eliminó el bono de navidad, medida que implica una reducción de entre 5% y 7% de la nómina bruta anual. Prometió que partir de 2015 los empleados públicos podrán recuperar una parte de esta bonificación a través del fondo de pensiones.
«No hay una bajada de las retribuciones, lo que hay es un retraimiento de la paga de diciembre que queda postergada a su inclusión en el fondo de pensiones», aseguró por su parte el ministro Montoro este jueves.
El titular de Hacienda sentenció: «Hay que renunciar a lo que no es financiable ni posible, si queremos conseguir éxitos. Hay que explicarlo sin subterfugios. Lo que hacemos no responde a decisiones improvisadas. Estamos restructurando el sector público».