El diseño, la palabra y 400 fotografías se hermanan en el texto Los llanos de Venezuela, el horizonte es el destino, distinguido este viernes con el Premio Nacional del Libro 2010-2011, en las categorías de objeto de arte y diseño de portada.
Entrevistado por Prensa Latina, el fotógrafo Rodrigo Benavides, autor de todas las imágenes contenidas en el libro, afirmó que representó un reto captar con el lente de su cámara la historia de Venezuela, a partir de la imbricación de la geografía con las culturas populares presentes en las zonas llaneras.
El libro es resultado de un proyecto editorial del Consejo Nacional Electoral dirigido a plasmar los valores culturales y patrimoniales de las diversas regiones venezolanas.
De esa manera, las imágenes dan fe de un recorrido prolongado por varios años por los estados Apure, Barinas, Guárico, Cojedes, Portuguesa, Anzoátegui y Monagas, donde se plasman las costumbres de los pobladores y la naturaleza en su plenitud.
«No soy un artista, soy un fotógrafo», aseveró Benavides, quien reveló que su interés por la fotografía parte de poder documentar la realidad, sin trucajes de índole alguna, y con ello conducir a la reflexión.
Benavides, director del Museo Nacional de la Fotografía, destacó que se siente retribuido por el esfuerzo de mostrar en tres formatos de cámara (panorámico, cuadrado y rectangular), la llanura venezolana que se extiende por 300 mil kilómetros cuadrados y ocupa 33 por ciento del territorio nacional.
Los llanos de Venezuela cuenta con una tirada de dos mil ejemplares y contiene un ensayo en prosa del poeta Luis Alberto Crespo.
Con este premio, creado en 2002, el Ministerio de Cultura, a través del Centro Nacional del Libro, reconoce a editoriales, personas, agrupaciones, instituciones, páginas web, blog, programas de radio y televisión que se distinguen en la producción, promoción y difusión del libro y la lectura.
En su séptima edición también fueron galardonados en la categoría de narrativa, Si decí una garra e’ mentira, compendio de cuentos de El Caimán, quien fuera uno de los narradores orales más importantes del país; y en poesía, Catador de cuchillos, de Domingo Rogelio León.
Además, se premió en ensayo a Sexo, poder y género, de Blanca Elisa Cabral, todos ellos editados por la Fundación El perro y la rana.
En dramaturgia fue distinguido Ocho piezas de teatro breve (tomo uno) y Siete piezas de teatro (tomo dos), del recién fallecido Rodolfo Santana, y editado por Fondo Fundarte.
Además fueron reconocidos Cantario, de Silvia Dioverti (infantil-juvenil) y Los amores de Pablito Pablín y Rosana, de Milagros Guarisma.
Otros galardonados fueron: Se ha perdido la luna, de Víctor Álvarez, y Leer a la orilla del cielo, una compilación de lecturas para niños realizada por Laura Antillano e ilustrado por Richard León, y en la categoría de revista, fue reconocido el Sistema Masivo de Revistas.