La crisis creada por la renuncia del candidato presidencial del Partido Patria Nueva (PPN), José Miguel Corrales, es reflejada por los medios digitales costarricenses elpais.cr y crhoy.com.
Ambos sitios explican que la decisión de Corrales ocurrió sorpresivamente durante la Asamblea Nacional del PPN celebrada el domingo y sobrevino después que el presidente de esa organización, Álvaro Eduardo Montero Mejía, resultara electo como segundo lugar de la papeleta de diputados por San José.
Según relata elpais.cr, en una asamblea que se alargaba reiteradamente por evidente falta de organización, los ánimos empezaron a caldearse desde la primera votación, en que salió electa la exdefensora de los Habitantes, Lisbeth Quesada, y luego sobrevino el voto favorable a Montero.
Aquello logró romper la línea del grupo cercano a Corrales, quien renunció irrevocablemente a su candidatura presidencial, indicó ese medio.
En tanto crhoy.com indica que Montero asegura que Corrales siempre estuvo en contra de su posible nombramiento en la papeleta de diputados, intentó proponer a dedo a los diputados, como se acostumbra en Liberación Nacional, y trató de usar una denuncia sobre un tema laboral para obligarlo a dejar el partido.
Corrales fue antes aspirante presidencial liberacionista y cumplió tres períodos como diputado de esa fuerza neoliberal de la que se retiró en 2005 y luego pasó por los partidos Unión Patriótica e Integración Nacional hasta que, con promesas de coalición, se acercó al centroizquierdista PPN, fundado en abril de 2012.
En el plano de las opiniones de los lectores publicadas por elpais.cr, Fernando Leiva interpretó la acción de Corrales como falta de humildad de un candidato que se creyó dueño del partido, y echó a perder un proyecto político; en tanto Franklin Rojas comentó que la única opción sana que queda ahora es izquierdista Frente Amplio.