La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dio a conocer este martes un plan de producción denominado Plan Cosecha exclusivo para la región semiárida del noreste de su país, con el objetivo de ayudar a los campesinos que han sido afectados por el período de sequía que vive el país.
“Vamos a lanzar el Plan Cosecha sólo para el campesinado y así garantizar que cada vez que haya sequía las personas no pierdan todo su ganado o no tengan para vivir”, dijo la presidenta Rousseff durante un discurso que ofreció en Natal, capital de Río Grande del Norte, donde entregó máquinas a campesinos para mejorar caminos.
Afirmó también que las deudas de los agricultores serán refinanciadas gracias al plan, cuyo lanzamiento oficial está previsto para este próximo miércoles.
La jefa de Estado brasileño aseguró que su gobierno está comprometido a garantizar la seguridad alimentaria y productiva de la región. “Brasil ya tiene un plan de producción de agricultura comercial y uno para la familiar. Ahora lo regionalizaremos”, expuso Rousseff.
La región noreste, que abarca a nueve de los 27 estados brasileños y poco más de la cuarta parte de la población nacional (unos 53 millones de personas) sufre este año la peor sequía en 50 años en esa nación sudamericana.
Especialistas locales consideran que esta sequía es la más grave en medio siglo, pues afecta a mil 400 municipios de la región, la más pobre del país sudamericano.
Según Rousseff, las acciones del gobierno para mitigar la sequía ayudaron a evitar daños mayores y van a continuar mientras duren las condiciones meteorológicas adversas.
Subrayó que la seguridad hídrica es “estratégica”, por lo que el gobierno dispuso de recursos para que construyan pozos y sistemas colectivos de almacenamiento de agua.
“Estamos pagando garantía de cosecha y Bolsa Sequía, es por eso que no vimos, a pesar de la profunda sequía, ataques en los supermercados y ferias, porque creamos un cinturón que va a durar lo que dure la sequía”, añadió la presidenta brasileña.