El presidente de Ecuador, Rafael Correa, alertó este sábado que la derecha ecuatoriana pretende dañar la visita del Papa Francisco, quien llegará a la nación suramericana desde este domingo 5 de julio y permanecerá allí hasta el 8 de julio.
Durante su programa Enlace Ciudadano, transmitido desde el Complejo Polideportivo de Machachi, el Jefe de Estado ecuatoriano desestimó declaraciones de sectores de la oposición, que dicen que el Gobierno de Ecuador está politizando la visita del sumo pontífice.
«Quisieron dañar la visita del Papa. Estamos repletos de alegría por la venida del Papa Francisco. Cómo está cambiando la iglesia, un mensaje bien fuerte que está brindando. Algunos dicen que hemos politizado la venida del Papa por haber puesto sus mensajes. Que a algunos no les guste, qué pena, pero aquí no se ha politizado nada, no se ha sacado de contexto nada», expresó el mandatario ecuatoriano.
Correa comentó que su gobierno ha colocado vallas en las distintas ciudades del país con mensajes del máximo representante de la iglesia católica y aclaró que ello no significa que estén politizando su visita.
«No se está politizando el mensaje del Papa, otra cosa es que el mensaje sea político y a algunas personas no les gusta. A nosotros nos gusta, nos inspira, nos compromete y nos reafirma en nuestras convicciones», dijo, al tiempo que comentó que esos sectores de la derecha ecuatoriana «están desesperados».
También durante su programa el presidente Correa se refirió al tema ecológico y dijo que comparte la opinión del Papa Francisco, quien considera que los temas social y ecológico no pueden estar desvinculados.
«El Papa no separa la cuestión ecológica de lo social; más aún, vincula, dice que son indisociables. Si queremos resolver el problema ecológico tenemos que resolver el problema social de la pobreza», dijo.
Además, recordó la propuesta que presentó en la jornada inaugural de la Conferencia de Desarrollo Sostenible, que se realizó en junio pasado, de crear una Corte Internacional de Justicia Ambiental, a través de un tratado vinculante entre las naciones, a fin de luchar contra el cambio climático.