En dos exaltados discursos para marcar sus 100 días en el cargo, Duterte ha sacado a colación hoy viernes repetidamente la idea de que sus oponentes, locales y extranjeros, quieren sacarlo del poder para acabar con la violencia. Aún así, insiste en que no se dejará intimidar ni pondrá fin a su campaña antidrogas, en la cual muere cada día un promedio de 33 personas.
“¿Quieren derrocarme? ¿Quieren usar a la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EEUU)? ¡Adelante!”, ha dicho Duterte en un discurso en su ciudad natal de Davao, en el sur del país, al cargar contra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros detractores.
Por otro lado, el mandatario filipino ha criticado a un columnista de un periódico local que advirtió de que podría formarse un movimiento ciudadano para derrocarlo en nombre del “People Power”, término con que se conoció la revolución que llevó al dictador Ferdinand Marcos a abandonar el poder en 1986.
“¡Adelante! Me importa una m***da”, ha dicho Duterte al respecto, antes de añadir: “¿seré derrocado? Bien. Es parte de mi destino. El destino depara muchas cosas. Si muero, será parte de mi destino. Los presidentes son asesinados”.
Un sondeo publicado hoy viernes por el diario local Business World revela que la mayoría de los filipinos aprueba la gestión de Duterte, a los tres meses de asumir su cargo. Según el sondeo, realizado entre el 24 y el 27 de septiembre con la participación de 1200 personas, Duterte recibe la aprobación del 76 % de la población. El 11 % de los encuestados expresó su insatisfacción por las acciones del presidente y el 13 % prefirió no contestar.