El presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, afirmó este martes que Teherán no necesita de bombas nucleares para «cortar las manos» a Estados Unidos (EE.UU), y puede alcanzar sus objetivos por medios pacíficos, rechazando así alegaciones sobre su programa de energía nuclear.
«Nuestra nación puede lograr sus éxitos mediante la reflexión, su rica cultura y prudencia», subrayó Ahmadinejad al deplorar que Washington y sus aliados recurren a fabricar alegatos infundados contra la nación persa
El mandatario habló antes de que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), señalara en su informe, hecho público este martes, que hasta 2003 Irán estuvo realizando trabajos orientados a crear armas nucleares y que puede estar desarrollando tal actividad actualmente.
«La administración norteamericana busca prosperidad tratando de guiar a otros países hacia la pobreza, saqueando sus riquezas», apuntó Ahmadinejad.
Advirtió que si Washington se enreda en cualquier acción militar contra Teherán, tal como anunciaron en días recientes autoridades estadounidenses e israelíes, «ciertamente lamentará ese paso por la firme respuesta» que encontrará.
Reprobó que el director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, sea «un títere» de la Casa Blanca», y lo emplazó a brindar información veraz y a actuar con independencia sobre las actividades nucleares de este país, firmante del Tratado de No Proliferación, recordó.
Señaló que la administración de Barack Obama «acusa con arrogancia a Irán de producir bombas nucleares mientras posee más de cinco mil artefactos atómicos», lo cual -acotó- «demuestra la falta de compromiso de Estados Unidos con el desarme nuclear».
Asimismo, egregó que la nación norteña destinó un monto adicional de 81 mil millones de dólares para modernizar sus bombas atómicas, mientras el presupuesto anual de Irán para investigaciones nucleares es de 250 millones de dólares.
Parlamentarios iraníes de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior también fustigaron hoy las amenazas de ataque militar vertidas por Israel y Estados Unidos, y las especulaciones sobre el programa nuclear de Irán.