El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, envió un saludo al pueblo católico que «desborda las calles de todo el país, especialmente en la basílica de Santa Teresa de nuestra querida Caracas, para venerar al Nazareno de San Pablo y pedir sus bendiciones. Una consagración que cumple 350 años».
A través de un mensaje en sus redes sociales, el jefe de Estado destacó que este Miércoles Santo está «lleno de esperanza realizada, de miles de devotas y devotos que agradecen por la sanación y los milagros de nuestro Señor Jesucristo, convertido en Nazareno».
El mandatario nacional exaltó que como hombre de fe, «me conmueve mucho esta tradición que honra el sacrificio y sufrimiento del hijo de Dios en el camino hacia el calvario»; asimismo, resaltó que hoy envía plegarias «por la paz, la prosperidad, el bienestar y protección de las familias venezolanas».
«Esta Semana Santa debemos pedirle a nuestro Señor Jesucristo mucha fortaleza moral y con infinita fe sus bendiciones». Son días cargados de religiosidad espiritual, y como muestra está la Revolución Bolivariana, que es «fe del ser humano, de la patria».