Tras permanecer protegido en la embajada de ese país|Presidente de Malí buscó refugio en Senegal

El depuesto presidente de Malí, Amadou Toumani Touré, llegó junto a su familia a Senegal tras permanecer protegido en la embajada de ese país en Bamako luego del golpe de Estado de marzo pasado.

Touré abandonó su país por gestiones realizadas por la Comunidad de Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), organismo que condenó el golpe e impuso sanciones.

Ante la asonada, la Cedeao reaccionó de inmediato y adoptó medidas políticas, económicas y diplomáticas, entre ellas, la congelación de bienes, el embargo de fondos del banco central regional, el cierre de fronteras y la separación de Malí como miembro de ese mecanismo.

La organización regional africana y la junta militar lograron a principios de abril un acuerdo para restablecer el orden constitucional, que tiene como base el levantamiento de las sanciones impuestas y el perdón a los participantes en el levantamiento armado. Un paso importante en busca de la reconciliación fue el anunció ayer del recién designado primer ministro interino, Modibo Diarra, quien prometió la conformación de un nuevo gobierno para este fin de semana.

El nombramiento del nuevo gabinete estará «a la altura de la grave situación» que vive Malí, dijo en declaraciones a periodistas.

Con el golpe de Estado del 22 de marzo último fueron desmanteladas las instituciones y apresadas personalidades políticas y sociales, vinculadas al depuesto presidente constitucional, Amadou Toumani Touré.

Entre los detenidos se encuentran el ex primer ministro Modibo Sidibé, el director general de la Policía, Sadio Gassama, y el candidato presidencial por el partido Unión por la República, Soumaila Cissé.

Los altos funcionarios, apresados en la noche del lunes pasado en sus hogares, fueron trasladados al cuartel militar de Katti, próximo a esta capital y sede principal de los sublevados.

Ante la ola de detenciones el decano del Colegio de Abogados, Issaka Keita, y un grupo de juristas, exigieron la liberación de los detenidos.

La Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas reveló que la situación humanitaria tiende a complejizarse en el norte de Malí, con la huída de más de 268 mil personas de sus lugares de residencia.

La mayoría escapó de las provincias norteñas de Tombuctú, Gao y Kidal, donde prevalecen los asaltos, saqueos y choques armados.

Los refugiados buscaron abrigo en Mauritania, Níger, Argelia y Burkina Faso, aunque datos coinciden en que unos 107 mil se desplazaron dentro del país, según la fuente.

Fuente/Prensa Latina