El diputado socialista Carolus Wimmer, presidente del capítulo venezolano del Parlamento Latinoamericano, calificó las acciones violentas de los últimos días como hechos terroristas.
“No son protestas estudiantiles, sino son actos terroristas de grupos minoritarios. Se quiere dar una imagen de un caos total, de una desestabilización total”, expresó.
Recalcó que nuestro país ha sido víctima de violentos ataques de grupos fascistas de la ultraderecha que ha dejado un saldo lamentable de tres venezolanos fallecidos, decenas de heridos y destrozos en varias instituciones públicas y privadas.
Tildó de “agresiones sin sentido” la destrucción de estaciones del Metro y de unidades de Metrobús, así como de entidades bancarias.
El Parlatino aprobó un acuerdo para condenar la violencia de los grupos fascistas y rechazó las declaraciones injerencistas de Estados Unidos.
En tal sentido, Wimmer manifestó que los diputados bolivarianos están comprometidos con la lucha por la paz y la vida.
Declaró que Estados Unidos “está acostumbrado a intervenir continuamente en los asuntos internos de nuestros países”.
Señaló que el imperialismo norteamericano “siempre está activando planes de desestabilización”.
Recalcó que América Latina presenta una realidad muy distinta al escenario que se presentaban en el siglo XX: “Hoy en día hay una movilización y una conciencia popular en toda nuestra región; hay nuevos instrumentos de integración como Mercosur, Unasur, Alba y Celac que blindan el trabajo por la soberanía, por la independencia y la autodeterminación de los pueblos”.
Insistió en que los hechos violentos de los últimos días no obedecen a “una acción nacional, es una conspiración internacional contra Venezuela, contra América Latina”.
Refirió que las empresas mediáticas internacionales “son un instrumento útil” para la falsificación de noticias y de imágenes: “No nos sorprende en nada. Eso es parte del plan imperialista. Es importante que nos preparemos para esa lucha en cuanto a la organización cívico militar”.
Aprovechó para hacer un llamado “a la cada vez mayor unidad de las fuerzas políticas y sociales revolucionarias que apoyan este proceso bolivariano para lograr una dirección colectiva del proceso revolucionario”.
Esta organización, a su juicio, permitirá prever los ataques a la revolución y los planes que intente emprender la ultraderecha en Venezuela.
ACUERDO
El acuerdo aprobado ayer respondió a las declaraciones del secretario de Estado, John Kerry, sobre la situación en nuestro país “que constituye una agresión política y diplomática contra nuestras instituciones democráticas y contra el pueblo de Simón Bolívar y Hugo Chávez”.
En el documento se condena la actuación de grupos minoritarios fascistas de la ultraderecha, así como también se repudia la posición de Estados Unidos porque pretende “legitimar los intentos de desestabilización de nuestra democracia”.
El acuerdo será entregado a la junta directiva del Parlamento Latinoamericano para que este organismo se pronuncie a favor de la paz y la democracia en Venezuela, durante su próxima reunión en Panamá.