Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Guatemala, Otto Pérez, cancelaron este sábado sus anunciados viajes a la sede de Naciones Unidas, donde tenían previsto actos separados el próximo lunes.
Las suspensiones fueron forzadas por la amenaza que pende sobre Nueva York, la ciudad anfitriona de la ONU, a causa de la aproximación del huracán Sandy.
Estaba programado que el mandatario boliviano participara el lunes en la inauguración mundial del Año Internacional de la Quinua, un cereal de alto valor nutritivo cultivado por las comunidades indígenas andinas.
Entre los asistentes a esa ceremonia también estaban anunciados la Primera Dama de Perú, Nadine Heredia de Humala, y el canciller peruano, Rafael Roncagliolo.
Fuentes de la misión permanente de Bolivia ante la ONU, confirmaron a Prensa Latina la cancelación del viaje de Morales y de todas las actividades relacionadas con el inicio del Año Internacional de la Quinua.
Por su parte, el jefe de Estado de Guatemala iba a encabezar una reunión del Consejo de Seguridad, órgano presidido este mes por ese país centroamericano, sobre el papel de las mujeres en la prevención y solución de conflictos y la construcción de la paz.
Según fuentes guatemaltecas, Pérez tampoco viajará a Nueva York tras acordar una posposición del debate con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La denominada Gran Manzana está incluida en la posible ruta del huracán Sandy. El fenómeno meteorológico avanza hacia el norte por el océano Atlántico, paralelo a la costa este de Estados Unidos, y debe girar al oeste para penetrar en territorio norteamericano el próximo lunes y afectar con fuerza aún indeterminada a la ciudad sede de la ONU.
La víspera, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, informaron sobre una serie de acciones y recomendaciones ante el avance de Sandy.
Entre ellas, la eventual suspensión del transporte público, el cierre de túneles y puentes que unen el condado de Manhattan, donde radica la ONU, con los de Queens, Brooklyn y Staten Island, así como la vecina ciudad de Nueva Jersey, en el estado del mismo nombre.
Las autoridades neoyorquinas ya pusieron en marcha una sala de operaciones para la emergencia y un plan de contingencia contra tormentas.
También recomendaron a la población el acopio de productos de primera necesidad, entre ellos alimentos no perecederos, agua potable, baterías y lámparas de emergencia.