El nuevo primer ministro de Italia, Enrico Letta, abogó este miércoles por el trabajo conjunto como la única solución para salir de la crisis económica que afecta a Europa, en lo que se refiere al equilibrio entre la austeridad y el crecimiento.
«Todos tienen que entender que si en Europa no se buscan las soluciones conjuntamente, la región no podrá seguir siendo una de las economías más importantes del mundo», declaró.
Letta, quien se reunió con el primer ministro belga, Elio Di Rupo, antes de cenar con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, negó que existan dos Europas, una del rigor y el ajuste y otra que exige más flexibilidad a la hora de reducir los déficit.
Hay «una sola Europa», recalcó, al tiempo que subrayó que «no se puede dividir Europa en dos o varias partes», según reseñaron medios belgas.
Por ello, se mostró convencido de que la «Europa del futuro será una Europa en la que nos entenderemos, puesto que todos los países están vinculados los unos a los otros y si un país se queda aislado, no va a prosperar», señaló Letta, sin mencionar a ningún Estado miembro en concreto.
Por su parte, el primer ministro belga recordó, luego de que Letta afirmara que no se debe evitar totalmente el rigor presupuestario, que detrás de las cifras de los déficit «hay ciudadanos y empresas».
«Si la Unión Europea (UE) no es capaz de garantizar el regreso al crecimiento y la prosperidad, habrá una catástrofe en las elecciones europeas del próximo año por el descontento popular», advirtió Di Rupo.
Mientras, el presidente del Consejo Europeo manifestó, tras su encuentro con Letta, que la pronta visita del nuevo primer ministro italiano a Bruselas (capital de Bélgica) «es una clara señal de su compromiso» y de querer trabajar estrechamente con la UE.
Según un comunicado de Van Rompuy, ambos abordaron durante la cena la agenda económica y política de la UE, y Letta le informó de los principales elementos de su programa de Gobierno.
En particular, se refirió a las medidas que pretende impulsar para relanzar el crecimiento, lograr una Italia más competitiva y hacer frente a la «difícil situación social y laboral», indicó Van Rompuy.
El presidente del Consejo Europeo reiteró el respaldo de la UE a Italia a la hora de «perseguir el compromiso común de superar la crisis económica y promover el crecimiento y el empleo y de hacer pleno uso de la flexibilidad existente (para los déficit) pero manteniendo unas finanzas públicas sólidas como un objetivo clave».
Mientras tanto, la tasa de desempleo en la Eurozona alcanzó un nuevo máximo histórico de 12,1 por ciento, luego de subir una décima en marzo con respecto al mes anterior, según informó la víspera la oficina de estadística comunitaria Eurostat.
En comparación con febrero pasado, el número de desocupados se incrementó en 69 mil personas en la zona euro, para ubicarse en 19 millones 210 mil personas. En tanto, en toda la Unión Europea (UE) el aumento fue de 62 mil, lo que suma 26 millones 520 mil.
Los países de la UE padecen una fuerte crisis financiera que estalló en 2008 y fue creciendo hasta dañar todos los sectores, cosa que llevó a los Estados europeos a aplicar medidas de austeridad en contra de la voluntad de la población.