Pese a las protestas|Primer ministro luso reitera decisión de continuar con austeridad

El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, descartó hoy que vaya a gobernar en función de las manifestaciones populares y reiteró su decisión de continuar con la política de austeridad.

Ante los reclamos de la oposición, el jefe de Ejecutivo conservador dijo en el Parlamento que seguirá con su programa de reformas, pese a las protestas ciudadanas del sábado y las duras críticas de los diputados de izquierda por no presentar soluciones concretas para el desempleo y la recesión.

Durante su intervención, se mostró satisfecho por que la Unión Europea esté dispuesta a alargar los plazos de devolución de los rescates concedidos a Portugal e Irlanda, para lo cual, consideró, ha sido clave el cumplimiento estricto de las medidas de austeridad.

El sábado pasado, cientos de miles de portugueses tomaron las calles de más de una treintena de ciudades bajo la convocatoria del movimiento de indignados Que se lixe a troika (Que se fastidie la troika), en protesta contra los nuevos recortes que exige esa reforma.

Incluso el presidente luso, Anibal Cavaco Silva, dijo que las voces de los manifestantes no pueden dejar de ser escuchadas.

De acuerdo con el jefe de Estado, es preciso entender las protestas contra las cifras de desempleo, el cierre de empresas y la expansión de la pobreza en el país, en una situación verdaderamente trágica.

Pero el primer ministro subrayó que continuará con las reformas es una exigencia de la llamada troika, integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, a cambio del rescate de 78 mil millones de euros otorgado en 2011.

A través de la aplicación de ese tipo de medidas, Coelho también espera que la troika le permita aplazar su objetivo de reducir el déficit público en 2014 hasta situarlo por debajo del tres por ciento del Producto Interno Bruto.

Sin embargo, pese a la posible extensión del plazo, el ministro de Finanzas luso, Vítor Gaspar, manifestó ayer en Bruselas que esa posible suavización no evitará al Gobierno seguir adelante con su proyecto de reforma del Estado para ahorrar cuatro mil millones de euros al año de forma permanente.

Al mismo tiempo, el jefe de Ejecutivo dijo que no habrá una subida del salario mínimo -de 485 euros mensuales- y se refirió al caso irlandés, donde el Gobierno incluso decidió bajarlo.

Por su parte, los miembros parlamentarios del Bloque de Izquierda, que suman juntos 22 de los 230 diputados, instaron al Ejecutivo conservador a dimitir, pues según su líder, Joao Semedo, el pueblo ya no aguanta más.

Desde el Partido Socialista, principal formación opositora, también se lanzaron acusaciones contra la testarudez del Gobierno por mantener el mismo rumbo, pese al empeoramiento de las previsiones para 2013, que auguran una recesión de casi el dos por ciento y una tasa de paro superior a 17%.

Fuente/PL