Los bloques asignados para la explotación en Magna Reserva estarán en pleno bombeo dentro de 10 años|“Es prioritario acelerar los proyectos de gas”

El economista cree necesario cuantificar reservorios gasíferos y desarrollar la producción para intensificar vínculos con América Latina, incluyendo a Colombia

El proyecto de desarrollo del gas es una prioridad. “Hay que hacerlo, existen grandes expectativas y un montón de proyectos en desarrollo y distintas fases de ejecución que es necesario acelerarlo, tanto o más que la Faja Petrolífera del Orinoco”, aseguró el economista y experto petrolero Carlos Mendoza Potellá.

No creo que sea el tiempo de impulsar muchos megaproyectos, sino concentrarnos en los que tenemos en marcha. El gas es vital y es urgente extraerlo para ayudar a la producción petrolera, sobre todo en occidente, pero no para reeditar el gigantismo de los proyectados en la época de la apertura petrolera”, aclaró Mendoza Potellá.

El gas se necesita, primeramente, para el mercado interno, la petroquímica y los proyectos de gasificación para hogares, plantas de generación eléctrica y automóviles, y segundo, para suministrar al Caribe, de acuerdo a los compromisos que se han adquirido mediante PetroCaribe.

“En la Faja Petrolífera del Orinoco es importante lo que se ha hecho, creo que es suficiente. Mientras arrancan y maduran esos proyectos, es primordial mantener la producción en esa región. La explotación de los bloques asignados en la Faja estarán en pleno bombeo dentro de 10 años, habrá una producción temprana, pero instalar los mejoradores de crudo requiere cinco años al menos”, por esas razones considera que los bloques asignados en al Faja son proyectos de largo plazo y no habrá resultados inmediatos por lo que considera fundamental acompañar este proceso con la extracción del gas.

INTENSA NEGOCIACIÓN

Mendoza Potellá asegura que el Gobierno Bolivariano está negociando pensando en el futuro, los acuerdos tienen determinadas condiciones que algunas compañías extranjeras no aceptan porque están pensando en el corto plazo. “Se trata de una relación, como todas las que se establecen en el mundo, entre las transnacionales y el Estado. La diferencia está en el grado de entreguismo de los gobiernos que negocian. Por supuesto, las corporaciones internacionales buscan siempre el máximo beneficio, sean estadounidenses, rusas, chinas o españolas.”

En el caso del Campo Carabobo hubo una negociación dura. “Al calor del regateo, se estira y se encoge, se toma y se da, es un juego de póquer. Quedaron pocas (empresas) porque seguramente son las grandes las que pueden responder a las exigencias de los proyectos de esa magnitud. No todas las empresas están dispuestas o en la capacidad de afrontar los compromisos financieros que se plantean en la Faja Petrolífera del Orinoco. Otras seguramente querían imponer condiciones imperiales. ExxonMóbil está demandado al país porque no le gustan las nuevas reglas de juego, al igual que ConocoPhillips, pero otras pujan por meterse en el juego”, aseguró.

En la Faja del Orinoco se está asumiendo una visión multilateral, que garantiza la soberanía no por el negocio en sí mismo, sino por la circunstancia de que un país imponga las condiciones a Venezuela. “En la negociación para la asignación de bloques en la Faja cada parte defendió sus intereses. Venezuela está determinada a desarrollar esos bloques y necesitamos recursos y tecnología muy costosa. Se trata de una inversión que se recupera en el muy largo plazo”, agregó Mendoza.

La tecnología de punta la utilizan las empresas que están en Venezuela, pero son ellas las que la dominan, las que tienen el conocimiento para desarrollarla, aclaró el experto petrolero. “Esa realidad todavía no ha cambiado, ¿cuál es la diferencia? -se pregunta Mendoza Potellá- la diferencia de la política petrolera actual con la anterior es que antes se hacía una política de adscripción a los intereses de las transnacionales. Ellas planteaban los términos y el Gobierno las aceptaba en los tiempos de la IV República, era una imposición”.

“Venezuela está negociando con las transnacionales porque no tiene capacidad para desarrollar sola esos proyectos. Cómo le vamos a cancelar, mediante la producción temprana se les paga con petróleo. De esta manera no se compromete los recursos financieros del país”, concluyó el experto petrolero.

PARTICIPACIÓN SOBERANA

El 26 de febrero de 2007, el Gobierno Bolivariano reafirmó su política de Plena Soberanía Petrolera y puso fin al proceso de privatización de la industria petrolera venezolana, iniciado durante la década de los años 90, al transformar en empresas mixtas los Convenios de Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas denominadas Petrolera Zuata, Sincrudos de Oriente, Petrolera Cerro Negro y Petrolera Hamaca, en las cuales la filial Corporación Venezolana de Petróleo mantendrá no menos de 60% de participación accionaria, en concordancia con lo establecido en la Ley Orgánica de Hidrocarburos.

La Faja Petrolífera del Orinoco, fuente de reservas de hidrocarburos líquidos más grande del mundo, comprende una extensión de 55.314 kilómetros cuadrados (km2) y un área de explotación actual de 11.593 km2, ubicada al sur de los estados Guárico, Anzoátegui y Monagas. Este gran reservorio petrolero fue dividido en cuatro grandes áreas, siendo estas de oeste a este: Boyacá, Junín, Ayacucho y Carabobo, y a su vez segmentado en 29 bloques de 500 km2 cada uno aproximadamente.

T/ML
F/Ubaldo Zabala