El plan de gobierno del candidato presidencial de la derecha venezolana, Henrique Capriles Radonski, está compuesto de falsas propuestas que intentan engañar a la población con la promesa de mantener avances sociales, que son imposibles de conseguir con la aplicación de políticas neoliberales contenidas en el plan de gobierno opositor.
Así lo revelaron el economista José Gregorio Piña y la profesora de Economía de la Universidad Central de Venezuela Judith Valencia, en un TV Foro sobre el tema que se emitió por Venezolana de Televisión.
Piña consideró poco creíble la propuesta económica y social de Capriles Radonski de crear “millones de empleos” y mantener las misiones porque difieren de los postulados fijados en su plan de gobierno.
«¿Pero cómo lo va hacer si por un lado está hablando de achicar el tamaño del Estado (lo cual disminuiría las fuentes de empleo en organismos y empresas públicas)? ¿Cómo podrían mantener las misiones si están hablando de eliminar los subsidios? ¿Cómo mantendrán la vivienda porque ellos mismos están hablando de liberar las tasas de interés? Es imposible, es una contradicción entre lo que plantean en algunos espacios y lo que verdaderamente piensan hacer», explicó.
En el programa de Capriles, refrendado el pasado 23 de enero, se habla de “adelgazar” el Estado “para disminuir su tamaño, habiéndose reducido la nómina de los servicios”, acción que se traduce en el despido masivo de los empleados en la administración pública.
En ese mismo texto se asegura que la contratación de funcionarios “aumenta la ineficiencia en la prestación de los servicios públicos a los ciudadanos”.
MENOS INVERSIÓN SOCIAL
El plan de Capriles también contempla la reducción de “la tasa de incremento del gasto corriente para ahorrar en tiempos de bonanza”, considera como “gasto” el dinero del Estado destinado a la inversión social y pide la eliminación de los aportes de Petróleos de Venezuela a los programas de salud, educación y alimentación.
Por esa razón, Piña consideró que la eventual aplicación de un programa económico de la derecha, como el propuesto en el documento Lineamientos para el programa de gobierno de unidad nacional 2013-219, echaría abajo la política de redistribución del ingreso que ha permitido la disminución de la pobreza, indicador que pasó de 42 a 26% entre 1999 y 2011, y situado a Venezuela como uno de los países más equitativos de Latinoamérica.
«Antes, todo ese flujo de recursos se iba un poco a las oligarquías nacionales y el resto era extraído a los focos de dominación en el exterior, ahora están yendo a las grandes mayorías (de la población). Tratan de ocultar lo que se está demostrando, que puede haber desarrollo económico (economía creció 5,6% en el primer semestre del año) incluso con la participación del sector privado, pero con una reglas (de comportamiento) que no son las que ellos están planteando, que buscan el dominio del capital financiero internacional», señaló.
El plan del aspirante opositor prevé, entre otras medidas de corte neoliberal, minimizar la participación del Estado en Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para beneficiar los intereses extranjeros e iniciar así un proceso de privatización, con la derogación de la actual legislación que garantiza al país un porcentaje accionario mayoritario en las asociaciones con otras naciones.
El texto habla de “flexibilizar” el marco legal vigente “a favor de la competencia y la participación privada en la industria”, que iniciaría con la reforma “de los artículos del decreto 5.200 que fijan en 60% la participación accionaria de Pdvsa en empresas mixtas”.
PRIVATIZACIÓN
En contraste con el afán privatizador de la derecha, el economista Piña recordó que la recuperación de entidades financieras como el Banco de Venezuela, y la nacionalización de la Electricidad de Caracas o la Cantv, que fueron compradas por el Estado en la última década, ha permitido que los dividendos de las mismas se dirijan ahora a la inversión social.
De igual forma, se ha registrado el crecimiento de los diversos sectores de la economía, «inclusive la manufactura. Resulta que en los 14 años del gobierno de Chávez en términos reales ha aumentado en 20%, pero pasa que el gran capital oligopólico, que está apoyando al candidato de la derecha, es el que ha disminuido su participación (en la economía) pero el sector privado global ha aumentado con el gobierno de Chávez, excluyendo el petróleo, estamos en más del 60% de participación privada», agregó.
El plan de la derecha prevé retroceder en esos avances al proponer la devolución a manos privadas las empresas nacionalizadas, incluso de aquellas dedicadas a prestar servicios públicos.
El programa de Capriles habla de privatizar las empresas “productoras de electricidad, telefonía, acero, cemento, vidrio, servicios agrícolas y alimentos”, que actualmente están en manos del Estado para garantizar el acceso de los venezolanos a los servicios públicos y el control del país en sectores estratégicos para su desarrollo.
PUEBLO SIN PARTICIPACIÓN
Por su parte, la profesora Judith Valencia, recalcó que uno de los grandes aciertos del gobierno del presidente Chávez se ubica en la creación de vías inéditas para llevar la inversión social al pueblo venezolano, como el Fonden o el Fondo Conjunto Chino Venezolano.
«Realmente (esos recursos) van hacia dónde se necesita para que la población pueda darle sentido a la vida y vayan llenando los espacios (de participación). Es un proceso legal con un giro totalmente inédito y novedoso», detalló.
Sin embargo, esas contribuciones destinadas a las áreas prioritarias de inversión social serían suprimidas por Capriles. Según reza textualmente el programa de gobierno propuesto por la MUD y firmado por el aspirante de derecha, una de las acciones que llevarían a cabo en caso de llegar al gobierno sería “la eliminación de los fondos parafiscales (Fonden y otros)”.
Valencia destacó además que durante el gobierno del Presidente Chávez se ha incrementado la participación popular de los venezolanos, quienes mediante la organización comunal tienen voz en la planificación y ejecución de proyectos para impulsar su desarrollo pleno junto al gobierno nacional.
«Aquel que ha probado ya la función del protagonismo del Poder Popular, esa (persona) realmente ha crecido y tiene una inmensa conciencia de lo que sería perder (las elecciones) y ese no va a votar por Capriles», sostuvo.
No obstante, la propuesta de derecha busca frenar el poder de decisión del pueblo para que no se “confundan” con el gobierno y se “configuren como instancias híbridas que terminen asumiendo funciones públicas que le son ajenas”, reza el programa de la MUD.