Este jueves|Protegen en México a especie de anfibio en extinción

Diez ajolotes, una especie de anfibio en peligro crítico de extinción, cuentan este jueves con un nuevo hábitat fuera de los canales del lago de Xochimilco, en la Ciudad de México, cuerpo de agua donde viven.

Los 10 ejemplares fueron trasladados a la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (Repsa) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Es el inicio de una investigación a largo plazo que permitirá a esta universidad formar parte del rescate de este importante ejemplar de la fauna.

Estarán en una jaula para ser protegidos y llevan un chip con el que serán vigilados, para luego extraer la información mediante un lector láser.

Científicos, estudiantes y pobladores del sur de la capital encontraron este nuevo hábitat para el Ambystoma mexicanum, su nombre científico.

Por medio de ese aditamento sabemos si es macho o hembra, está enfermo o murió, ya que hemos hallado chips hasta en estómagos de serpientes, explicó Luis Zambrano, secretario ejecutivo de la Repsa y quien encabeza el proyecto.

La segunda etapa consiste en ubicarlos en una jaula más espaciosa con vigilancia directa y un teletransmisor que se le colocará a cada uno.

Está previsto contar con una población suficientemente grande, que sea un archivo genético y poblacional para regresarlos al lago de Xochimilco, concluyó.

Según datos consultados, el ajolote o axolote está en la categoría de especie críticamente amenazada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y fue observado por primera vez en 1798.

Ajolote, que significa en náhuatl monstruo acuático, es una especie endémica de los antiguos lagos del valle de México (Xochimilco, Texcoco y Chalco), su aspecto es parecido a una salamandra y es conocido comúnmente como pez caminante.

Este anfibio que puede llegar a desarrollar patas, branquias e incluso pulmones -sale esporádicamente a respirar a la superficie-, puede alcanzar hasta 30 centímetros de largo y regenerar órganos y extremidades de su cuerpo.

Posee, además, cuatro patas para arrastrarse y una cola gruesa que le permite nadar en los oscuros canales de Xochimilco, una zona de humedales en el sur de Ciudad de México.

Entre las causas de su extinción figuran la contaminación de este lago, su uso desmedido para fines medicinales y la captura y comercio para la alimentación humana, aseguran expertos.

Una hembra, de los 10 ejemplares ahora protegidos, fue nombrada Ariel por una estudiante de la UNAM.

Fuente/PL