El Real Madrid se enfrentará al Sevilla con la mente puesta en el Manchester United, a quien se enfrentará el próximo miércoles en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, una competición que anula cualquier interés de los blancos por ganar la Liga Española, ya que se encuentra estar muy lejos del líder Barcelona.
La temporada madridista prácticamente se va a resumir en tres encuentros. Los dos que juegue contra el Manchester y la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que disputará en el Camp Nou contra el FC Barcelona. Son las dos que tienen los hombres de Mourinho para poder pelear un título.
En el campeonato regular sucede todo lo contrario, ya que el Real Madrid no tiene casi nada que hacer cuando todavía queda casi media temporada por delante.
El último golpe se lo dio el Granada, que derrotó (1-0) a los blancos y mostró las vergüenzas de un equipo que apenas fue capaz de inquietar la portería del conjunto andaluz. Fue una bajada más hacia los infiernos después de mostrar una buena recuperación tras empatar 2-2 con el Barcelona en la ida de la Copa que terminó 2-2 en el estadio Santiago Bernabéu.
COMPLICADO
Con esos precedentes, Real Madrid intentará derrotar al Sevilla para recuperar el pulso en la Liga y no alejarse más del Barcelona, a 16 puntos de distancia. Tampoco del Atlético, segundos y verdadero objetivo del Real Madrid, que debe recortar siete puntos a los rojiblancos si quiere arrebatarle la segunda posición.
Para ello contará con el regreso del alemán Mesut Özil, quien cumplió sanción contra el Granada por acumulación de tarjetas, y podría volver Pepe tras superar una lesión. El portugués ya se ha entrenado esta semana y podría ser convocado, pero hasta esta tarde, después del entrenamiento, no se sabrá si entra en la convocatoria de Mourinho. Todo hace indicar que es demasiado pronto para su regreso.
El técnico luso sigue sin poder alinear a Iker Casillas, que continúa en la enfermería, y pierde a Raphael Varane, lesionado en Granada. Sin embargo, podrá contar con todos sus internacionales, que han regresado de sus compromisos intactos. Incluido Cristiano, que se marchó con Portugal con problemas y vuelve preparado para afrontar los dos próximos encuentros.