El Gobierno Bolivariano del presidente Nicolás Maduro acaba de dar un paso firme en materia de política económica: una operación de canje de la deuda a corto plazo de Pdvsa, medida que está dirigida a encarar los serios problemas que confronta la economía venezolana.
Ésta vez, la noticia fue dada a conocer por el presidente de Petróleos de Venezuela, Eulogio Del Pino, quien explicó que el refinanciamiento en las amortizaciones de capital correspondientes a 2016 y 2017 es por un monto de siete mil millones de dólares, lo que permitirá mejorar el flujo de caja de la estatal petrolera.
Resulta importante destacar que además de atender un asunto urgente de la economía nacional, dada el rol que cumple Pdvsa, la decisión de refinanciar la deuda de corto plazo, abre espacios para desarrollar los puntos nodales del programa de producción y de refinación de petróleo.
Una política económica con base en la producción emerge en el horizonte de la economía venezolana, empero, una estrategia de tal naturaleza no es incompatible con el despliegue de la vertiente productiva del petróleo. No cabe la menor duda de que el petróleo fue, es y será importante en la economía venezolana, eso sí, en el contexto de una economía productiva, diversificada y solidaria.
Un asunto clave de nuestra economía es desarrollar un plan que permita alcanzar una producción diaria de petróleo de seis millones de barriles, por tanto, una línea de tal dimensión requiere de financiamiento, y de acuerdos políticos y jurídicos, que de seguro, contará con un amplísimo respaldo popular.
¿Será posible poner en marcha un plan de refinanciamiento de la deuda externa de la Nación, que contribuya a superar uno de los puntos críticos de la economía como es el de su financiamiento, dada la nueva realidad del mercado energético internacional?