Los estados norteños de Durango y Coahuila amanecieron este sábado tomados por el Ejército y la Policía mexicanas debido a la debilidad de las autoridades para enfrentar el repunte de la violencia.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de Gobernación, el despliegue militar en la Comarca Lagunera asciende a varios cientos de soldados y agentes federales en un intento de «inhibir la actividad delincuencial y debilitar a las organizaciones criminales que operan en la región».
Al respecto, el presidente municipal de Torreón, Eduardo Olmos Castro, confirmó que el grupo está integrado por cerca de 300 soldados e igual número de policías federales los que se sumaran a las labores de vigilancia, prevención y combate.
En un comunicado conjunto, las secretarías de Gobernación, Defensa Nacional y Seguridad Pública informaron que el incremento de efectivos «se da en apoyo a la seguridad de esas comunidades, a partir de la creciente comisión de delitos observados en términos de secuestro, extorsión y homicidio».
Los gobiernos locales de ambos estados se comprometieron a sanear sus corporaciones policiales, en tanto las fuerzas federales estarán bajo el mando del comandante de la región militar, ubicada en esa área.
Al menos unos 45 mil militares y varios miles de policías federales se mantienen desplegados en varias localidades para combatir al crimen organizado en diversas zonas de la nación azteca, que han sufrido en los últimos años un incremento de la violencia, vinculada al narcotráfico.
Asimismo, autoridades exhortaron a la ciudadanía a mantener la calma, y les expresaron que «este apoyo llega a la región precisamente para salvaguardar la integridad de los laguneros», una zona que integran una docena de municipios vecinos de Durango y Coahuila.