Más de tres rutas de Santa Mónica están intrasintables a causa de los derrumbes|Refugiados de Petare reclaman atención por parte de las autoridades

Múltiples taludes dejaron vías trancadas

Un total 32 familias afectadas por las constantes precipitaciones permanecen refugiadas en la Escuela Técnica Luis Rodríguez Sánchez, en la zona cinco de Vista Hermosa, parte baja, del barrio José Félix Ribas en el municipio Sucre del estado Miranda. Unas 15 de esas familias perdieron completamente su casa y el resto de las edificaciones quedaron en alto riesgo.

El albergue improvisado tenía cinco meses cerrado por las autoridades nacionales, por el estado de insalubridad. “Esto lo habían cerrado porque había chipos, hongos y entra agua a las aulas”, comentó Isabel Tovar, una de las afectadas que además miembro del Consejo Comunal de la localidad.

Natalia de Martínez, otra de las afectadas, contó que hace unas tres semanas comenzaron los deslizamientos en el terreno, deteriorando algunas moradas. Solicitaron ayuda a la alcaldía de Sucre que envió una cuadrilla para limpiar una quebrada donde se acumulaba el lodo. A pesar de eso, con  las lluvias ocurridas el domingo pasado se agravó la situación y el lunes en la madrugada se vieron en la necesidad de abandonar sus residencias antes de que ocurriera una tragedia.

De los 49 adultos que debieron abandonar sus casas, cuatro son mujeres en estado de gravidez. Y de los 70 niñas y niños afectados 15 usan pañales, entre los cuales hay una niña de tres años de edad que padece de osteogénesis imperfecta, enfermedad congénita que consiste en una fragilidad excesiva de la estructura ósea. Igualmente uno de los adultos está recién operado por padecimiento en una de las extremidades superiores y debe permanecer en tratamiento.

Tovar denunció que a parte del local que ahora les ha servido de albergue no han recibido ningún gesto de ayuda de parte de ninguna autoridad. “Sólo la alcaldía (de Sucre) nos dio unos enlatados, sánduches y agua y el Ministerio de las Comunas, nos dio unas bolsas de comida”, apuntó.

En vista del mal estado del lugar donde se encuentran solicitaron a la cartera de educación y al ayuntamiento que los trasladaran a otros lugares. La opciones estaban entre el Fortín de Petare y el comedor popular Mamá Eva, unicado también en el sector petareño. El primero ya estaba ocupado por otros afectados y el segundo se llenó con pocas familias.

Los refugiados en la técnica Luis Rodríguez Sánchez hacen un llamado de ayuda a las autoridades para que los trasladen a un lugar más adecuado y a la comunidad en general, con comida no perecedera, pañales, agua potable y medicinas, específicamente Neuryl y Enalapril. Quienes deseen ayudar pueden dirigirse drectamente al antiguo estadio de béisbol de Palo Verde. Igualmente conminan a los vecinos cuyas vidas corren peligro a salir de sus casas, antes de que ocurran tragedias lamentables.

SANTA MÓNICA ZONA DE DERRUMBE

Otra de las localidades caraqueñas afectadas por las condiciones climatológicas de los últimos días es Colinas de Santa Mónica, donde más de tres rutas han quedado intransitables a causa de los derrumbes. Además, algunas casas sufrieron daños suficientes como para ser declaradas inhabitables.

En la Ruta Dos, donde viven más de 40 familias, uno de los vecinos puso a disposición de la comunidad la maquinaria de su compañía para remover la tierra que obstruye las vías. “Esto está muy feo, pero sabemos que hay emergencias en todo el país y es difícil que nos atiendan”, comentó Hernán Ascanio, habitante del sector.

Según Ana María Gil, una vecina de la Ruta Nueve, efectivos bomberiles del municipio Libertador les solicitaron el desalojo, pero no por el estado de las viviendas, sino por el estado de la vialidad. Inclusive ha sido imposible entrar con la maquinaria del propio cuerpo de bomberos. En esta calle sólo dos de 80 casas debieron ser desocupadas.

Uno de los casos más graves es el de la Ruta Seis, donde una serie de taludes, además de deteriorar la calle se metió en algunas de las casas. José Saldaña, recordó que la madrugada del lunes se despertó por un gran estruendo. Resultó que el barro estaba entrando en su casa y llegó a cubrir al menos 30 centímetros de profundidad en su propiedad.

Por su parte, Carlos Espinoza, también vecino de la Ruta Seis, solicitó apoyo policial para resguardar las prpiedades de las 10 familias que debieron salir de sus viviendas por el alto riesgo que representa permanecer en ellas.

Otro problema que agrava la situacipón en Santa Mónica son un par de tubos rotos de seis y nueve pulgadas que han contribuido, junto con la lluvia, a deteriorar el terreno de algunas rutas, siendo la más deprimida la 5B, en donde unas tres familias se han visto en la necesidad salir de sus domicilios. El llamado de la gente en este caso es a Hidrocapital, para que hagan los trabajos necesarios antes de que empeore la situación.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Luis Franco