La mexicana Sandra Ávila Beltrán, también conocida como «La Reina del Pacífico», llegó este martes a México en uno de los dos vuelos semanales con indocumentados repatriados desde Estados Unidos, país al que fue extraditada en agosto de 2012, y ahora quedará a disposición de la justicia federal azteca.
El vuelo procedente de Texas, en el que retornó, lo coordinan el Servicio de Aduanas de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Migración (INM) como parte del programa conocido como Procedimiento de Repatriación de Mexicanos al Interior (PRIM).
En cuestión de horas ingresó al penal fenenino de Tepic, Nayarit (oeste de México), para enfrentar un proceso por operaciones con recursos de procedencia ilícita que se suspendió el año cuando fue extraditada.
La mujer de 52 años quedó “a disposición de un juez federal que la requiera», por posibles cargos de lavado de dinero, según la información que suministró un portavoz de la Procuraduría General de la República (PGR), que no pudo precisar los cargos exactos que enfrentará.
El abogado defensor, Jorge Espino Santillán, indicó que este proceso por el que fue rehaprendida Ávila Beltrán está en su etapa final, por lo que en los próximos meses espera que se emita la sentencia por esta acusación en la que se le imputa haber utilizado recursos de procedencia ilícita para adquirir dos seguros de vida por ocho millones de pesos (más de 600 mil dólares).
LA HISTORIA
«La Reina del Pacífico» fue detenida en México en septiembre de 2007 acusada por la (PGR) de introducir en el país varias toneladas de cocaína en 2002 junto con su expareja sentimental, el colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez, alias «El Tigre».
En ese momento, las autoridades mexicanas acusaron a Sandra Ávila de ser una pieza clave en la operación del Cartel de Sinaloa.
En los medios mexicanos se destacó además su cercanía a personajes como Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, o Ismael Zambada García, El Mayo, quienes son los principales líderes de la organización.
A fines de 2010 un juez mexicano la absolvió de los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, pero la retuvo para ser extraditada a Estados Unidos, lo que sucedió el 9 de agosto de 2012.
El pasado 25 de julio Ávila Beltrán fue sentenciada por un tribunal de Florida (Estados Unidos) a 70 meses de cárcel por asesorar y ayudar a huir a Espinosa Ramírez, pero quedó en libertad al computársele como parte de la pena el tiempo en que estuvo encarcelada en México.
El delito que pesaba sobre ella era «asistir a Juan Diego Espinosa Ramírez para dificultar y evitar su captura, juicio y castigo» por delitos asociados al tráfico de drogas.
Nacida en el estado mexicano de Baja California, Ávila Beltrán es sobrina del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, alias «El Padrino», y se la considera inspiradora del personaje protagonista de la novela «La reina del sur», del escritor español Arturo Pérez-Reverte.
Esta mujer, sobre la cual se ha tejido todo un mito tras la publicación de un libro, tiene un pasado poco conocido, más allá de lo plasmado en corridos y en investigaciones periodísticas.
“El gobierno me relaciona con los capos, como si fuera uno de ellos. Pero yo los conocí cuando eran personas comunes y corrientes», explicó Sandra Ávila Beltrán en el libro «La Reina del Pacífico: Es la hora de contar», del periodista Julio Scherer. De hecho formaban parte del mismo círculo social, por lo que era imposible no relacionarse con ellos.