Reino Unido enviará en los próximos meses un barco de guerra a las Malvinas como «un despliegue de rutina» para «sustituir» a la fragata HMS Montrose, en momentos de tensión entre Argentina y la nación europea por la soberanía de las islas, ocupadas por británicos desde 1833, informó el Ministerio de Defensa de Londres.
El nuevo barco de guerra, uno de los más moderno de la Royal Navy (Marina inglesa) «ha tenido una continua presencia en el Atlántico Sur durante muchos años. El despliegue estaba planeado desde hace tiempo, es (una medida de) rutina y reemplaza a otro barco de patrulla», afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa.
El portavoz británico dijo que se trata del destructor HMS Dauntless, Tipo 45, y «partirá en los próximos meses», pero no indicó la fecha concreta.
El HMS Dauntless es uno de los seis nuevos destructores Tipo 45 con que cuenta la Marina británica y está equipado con un avanzado sistema de navegación que hace difícil que pueda ser detectado por radar.
Estos barcos llevan, además, misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper y pueden transportar a unos sesenta efectivos militares, además de contar con una cubierta para acomodar a helicópteros tipo Chinook.
El anuncio del envío de esta nave se produce en medio de una escalada verbal por la soberanía de las Malvinas y por la decisión de los países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) de prohibir el ingreso en sus puertos de buques con pabellón de este archipiélago en solidaridad con la reivindicación argentina.
Tras la decisión del Mercosur, el primer ministro británico, David Cameron, informó ante el Parlamento que había convocado al Consejo Nacional de Seguridad para tratar la situación y acusó a Argentina de «colonialismo» por reclamar la soberanía de las islas.
En respuesta a esta afirmación, el Gobierno argentino consideró «ofensiva» la declaración de Cameron.
El próximo 2 de abril se cumple el 30 aniversario de la guerra de 74 días entre ambos países.
Desde 1965, Naciones Unidas considera a las Malvinas como un enclave colonial en territorio argentino y la disputa de soberanía fue motivo de guerra entre ambos países en 1982, dejando un saldo total de 649 militares argentinos muertos, 255 británicos y tres civiles isleños.