La situación política en Reino Unido sigue generando sorpresas. La decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea (UE) y la posterior dimisión del primer ministro David Cameron dejaron el camino abierto para la postulación de los candidatos a ocupar ese cargo.
Hasta el pasado jueves, el exalcalde de Londres, Boris Johnson, era considerado el favorito. Sin embargo, de forma repentina decidió abandonar la carrera por el cargo, al argumentar que no es la persona adecuada para asumir esa responsabilidad.
Casi en simultáneo, el ministro de Justicia, Michael Gove, quien lideró junto a Johnson la campaña por el Brexit y se supuso lo acompañaría en la que aplicaría para ser premier, presentó su candidatura a pesar de haber dicho que no estaba preparado.
«He dicho en repetidas ocasiones que no quiero ser primer ministro. Ésa ha sido siempre mi intención. Pero todo lo ocurrido desde el pasado jueves me ha hecho cambiar de opinión», dijo Gove.
Sobre su compañero manifestó que «no puede facilitar el liderazgo que necesita el país o formar el Gobierno que hace falta para esa misión».
La favorita ahora para suceder a Cameron, según una encuesta elaborada en las filas del Partido Conservador, es la ministra de Interior, Theresa May, quien también lanzó su candidatura el pasado jueves y apoyó la permanencia de Reino Unido en la UE.
Medios locales han referido que cualquier cosa puede ocurrir, debido a que en Reino Unido nunca ha ganado el candidato más popular.