Renz Di Stefano: “Vale la pena hacer que la gente sienta y entienda la musica”

Renz Di Stefano es un joven de quince años, que sorpresivamente en tan solo tres años se ha convertido en el tenor más joven del mundo y uno de los mejores representantes venezolanos del canto lírico.

A los doce, este caraqueño sorpresivamente quiso incursionar en la música, específicamente en el Festival de Voz Club Aguasal. Entre 200 niños talentosos, él ganó. A partir de ese momento su vida cambió y sus padres estuvieron allí para apoyarlo y verlo crecer en la industria musical. Hoy, tres años después, aplauden su valentía y viven orgullosos por el talento de su hijo.

Renz comenzó a cantar en las iglesias. Pensaba dedicarle su carrera a Dios luego de ver de cerca el milagro cuando apenas tenía siete años: “Dios hizo dos milagros importantes en mi vida. Uno es tan personal que prefiero no nombrarlo; pero el segundo fue regalarme la voz para cantar. Yo antes no cantaba y ahora que me dio esa bendición, ese don hermoso, quiero agradecerle dedicando mi carrera al gran yo soy”.

Stefano ha recibido numerosos reconocimientos de todos los colegios profesionales, como también la Cruz de Hierro del Ejército de la Fuerza Armadas Bolivarianas de Venezuela (FANB); la estatuilla del Árbol de la Vida por parte de La Casa del Artista quien lo asume apoyándolo de manera integral, considerándolo un talento parte fundamental de esta institución; el premio Latín Mara Internacional. Obtuvo el Récords Guinness como tenor lírico más joven del mundo; por el Sistema de Orquestas Juveniles , el premio nacional de la Coral de Simón Bolívar, en noviembre del año 2021, entre otros.

«GRAN MEMORIA»

No solo del arte vive este quinceañero, ya que Ren estudia cuarto de año de bachillerato en mención ciencias, y aparte de la música y el canto que es su pasión, este tenor tiene otros intereses: «Me gusta la ciencia y los animales en libertad, en el bosque. Todos los días me vienen a visitar las guacamayas».

Di Stefano confiesa haber desarrollado desde temprana edad su gusto por la música debido al cine clásico, donde algunas cintas tienen como banda sonora grandes melodías como las Cuatro Estaciones de Vivaldi, por ejemplo.

Entre las ciencias que llaman su atención, está la astronomía. Además cuenta con una gran memoria y habilidad numérica por lo que puede recitar los nombres de los planetas, su distancia, medidas, masa, etc.

También gusta de las matemáticas y de la arquitectura: «Estoy diseñando una casa que se llama Casa Realeza. Primero dibujo las casas, tengo un cuaderno de arquitectura, también tengo cuatro años diseñando una mega ciudad con los más grandes rascacielos del mundo».

Entre los deportes, el joven expresa que le gusta la natación, también caminar y «respirar el oxígeno de mi país, he corrido debajo del mar doce metros».

Di Stefano también nos comentó la transformación que acontece cada vez que sube a un escenario: «Siento emoción cuando canto, quiero animar al público cada vez más, despertar sus emociones, que nadie se quede sentado. Es difícil pararse ante un micrófono. Yo elegí cantar, no me importa el tipo de música, me importa es levantar a la gente de sus asientos. Me encanta mucho mi canto. Vale la pena hacer que la gente sienta y entienda la música».

Explicó cómo se prepara para cantar: “Caliento la voz de varias maneras, cuando voy a cantar no hablo, no me gusta el ruido. Llevo una dieta especial para cuidar la voz. Tengo que procurar un buen descanso, dormir bien, antes de cantar”.

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