El servicio exterior belga fue blanco de un ataque cibernético para buscar información sobre su personal diplomático y actividades comerciales de este país, indicó este jueves la prensa capitalina.
El «hackeo» de la base de datos de la cancillería belga pudo haber incluido la búsqueda de información personal de al menos 286 diplomáticos en el servicio exterior, indicó el diario L’Echo
Alrededor de tres mil empleados trabajan en el ministerio del Exterior, incluidos 135 diplomáticos en esta capital, señala el rotativo.
La intromisión cibernética se registró a principios del pasado año, aclaró el vocero de la Cancillería, Joren Vandeweyer, quien informó que solo ahora se conocieron las instrucciones dadas por el titular del Exterior, Didier Reynders, para reforzar la seguridad.
El portavoz se refirió a una investigación en curso para determinar los posibles autores del ataque cibernético, para lo cual se requirió del servicio, tanto de entidades estatales como privadas.
Sin embargo, del objeto de las pesquisas quedó fuera, por el momento, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), involucrada en el espionaje de al menos ocho países europeos, incluida Bélgica, indica L’Echo.
La NSA salió a relucir en revelaciones hechas por el exempleado de ese órgano Edward Snowden sobre el programa Prism, diseñado para acceder a bases de datos de grandes compañías de Internet, correos electrónicos y llamadas telefónicas.
El periódico belga recuerda que entre las informaciones recopiladas por Prism estaba la actividad del servicio exterior de las naciones espiadas.