Al menos tres opositores, incluido un estudiante, murieron hoy en Yemen a causa de la represión de fuerzas policiales en contra una manifestación que demandaba la renuncia del presidente Ali Abdulah Saleh.
Testigos aseguraron que efectivos de seguridad dispararon balas reales y recubiertas de caucho, así como gases lacrimógenos y venenosos, aseveración que fue rechazada categóricamente por el gobierno yemenita.
Los incidentes se registraron en inmediaciones de la Universidad de Sanaa cuando los uniformados desmantelaron un campamento, levantado allí por estudiantes y otros grupos de inconformes que exigen reformas políticas, y el fin de los 32 años de mandato de Saleh.
El mandatario giró órdenes hace días para que la policía velara por la seguridad de sus adversarios y reconoció el derecho a manifestarse, pero al mismo tiempo los calificó de matones al servicio de poderes externos que intentan desestabilizar el país y su gobierno.
Además de la víctima mortal en la plaza de la universidad, otro opositor perdió la vida por disparos de un francotirador en una calle de Sanaa cuando se dirigía con un grupo de seguidores hacia el campus del centro de estudio.
El viernes, cuando tuvo lugar la mayor multitudinaria demostración antigubernamental, 14 inconformes resultaron heridos en distintas zonas de Yemen, algunos de ellos por choques con partidarios del jefe de Estado y otros por la arremetida de la policía.