Autoridades mexicanas rescataron en una fosa común del estado Nuevo León (norte) los cuerpos de 17 miembros del grupo musical Kombo Kolombia, reportados como desaparecidos el pasado fin de semana tras una presentación privada.
Según informaron fuentes oficiales, el hallazgo de los cadáveres fue completado la tarde del martes luego de tres días de labores, en un pozo de agua de 15 metros de profundidad y 70 centímetros de diámetro.
En total fueron secuestrados 18 integrantes de la banda. De acuerdo con el portavoz del Gobierno de Nuevo León, Jorge Domene, una de las personas escapó de sus captores y avisó a la Policía que sus compañeros habían sido ejecutados y lanzados en un pozo dentro del Rancho “Las Estacas”.
“Las personas ejecutadas presentaban heridas de arma blanca, así como diversos impactos de bala, principalmente en la cabeza”, detalló.
Pese a que tres de los cuerpos no han sido identificados, las autoridades aseguran que se trata de miembros de Kombo Kolombia que faltaban por localizar. Entre tanto, los ya reconocidos fueron entregados a sus familiares.
Domene acotó que hasta el momento “desconocemos el móvil, pareciese que fuera una vendetta, una venganza de algún grupo criminal”. Sin embargo, destacó que no descartan cualquier hipótesis y que la mayor parte de los datos con que cuentan provienen del músico que logró escapar.
La Procuraduría General de la República (PGR) participará en la investigación por tratarse de un delito en el que presumen estarían involucrados el cártel de Los Zetas o del Golfo, bandas del crimen organizado con mayor presencia en la zona.
A través de la delegación en esa entidad norteña, el Ministerio Público Federal solicitó información de las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León.
El grupo Kombo Kolombia había sido contratado para ofrecer un espectáculo en una fiesta privada la noche del jueves. Al finalizar la presentación ante unas 50 personas, irrumpieron en el lugar cerca de 10 sujetos armados y se los llevaron en varias camionetas.
Desde hace cinco años, más de 50 mil personas han muerto en México por las acciones de los carteles de la droga y otros grupos del crimen organizado, en la mayoría de los casos por rivalidades entre distintas bandas.