Hoy se cumplen 97 años de la Revolución Rusa, a la que el César Ramos Cedeño, presidente del Instituto de Lengua y Cultura Rusa Alexander Pushkin de Caracas, exalta como “La Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917”, que “aunque ahora se diga que ella fracasó, el tema aún se discute”. Al respecto, sostien sin dudas: “Es al revés: está plenamente vigente”. Y asevera que “quien no lo admita está haciendo una subvaloración de su importancia histórica”
“Para poder explicarse el mundo de hoy”, afirma Ramos Cedeño, “es imprescindible analizar como contribuyó la Revolución de Octubre a la liberación nacional y a la construcción de democracias populares de otros pueblos, como Vietnam, Cuba, China, o Guyana. Eso demuestra que el impacto del octubre soviético no desapareció, y por el contrario es irreversible”.
SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Ramos Cedeño Argumenta que la consigna alina moinecon la que Valdimir Ulianov Lenin definió el rumbo de aquella revolución marcó un camino que siguen hoy muchos países, incluida Venezuela. Se refiere al célebre lema “el socialismo es poder soviético más electricidad”, que en su criterio inspira al Socialismo del Siglo XXI.
“Se debe Entender que decir Socialismo del Siglo XXI es decir ‘poder comunal más conocimiento’. Y que referirse al área de actividad que exige ese conocimiento es “hablar de la industrialización”.
Pero “no se trata solo de producir materias primas, petróleo, agricultura, sino continuar la cadena de agregación de valor que genera el proletariado, la clase obrera, las mujeres y los hombres trabajadores que añaden rendimiento económico por medio de sus saberes populares y su formación permanente enalina moine los avances de la ciencia y la técnica”, advierte el también Director General de Proyectos de Innovación y Desarrollo Rural del Centro de Innovación Tecnológica y Cooperación Internacional.
DE BOLÍVAR A LENIN
La visión que sostiene al Socialismo del Siglo XXI, arguye Ramos Cedeño, “es una reivindicación histórica de la vigencia del lema ‘el socialismo es poder soviético mas electricidad’, que significa lo mismo que ‘el poder popular más el conocimiento’, o como lo expresaba Bolívar: ‘Moral y luces son nuestras primeras necesidades’; Martí lo decía con la frase ‘ser cultos para ser libres’: es lo mismo”.
Comenta que orientado por esa idea, Chávez decretó la Misión Ciencia, y el presidente Maduro “hoy lanza la Misión Jacinto Convit, para enviar a 50 mil estudiantes fuera del país a formarse en distintas universidades, porque entendemos que el saber no es un tema localizado, sino que tiene que ver con los intercambios de saberes para acortar la curva del conocimiento y hacer que la revolución tenga éxito más temprano”.
Esa conciencia de la necesidad de los intercambios refurzan la visión de que “la revolución de octubre no debe verse solo en el marco de Rusia, sino como el ejemplo de un pueblo que luchaba por la liberación nacional y, a través del principio del internacionalismo proletario, ayudó a quienes en otros países perseguían el socialismo para que en algún momento alcanzaran la meta”, sostiene el tecnólogo. Y añade que “lo hizo solidariamente, invitándolos, en muchos casos, para salvar sus vidas si estaban en peligro, y a través de ese contacto darles conocimientos, a pesar de los grandes problemas económicos que confrontaba y pese a las apremiantes necesidades que tenía”.
“No puedo olvidar que yo mismo, estando perseguido por la policía política, cuando de un momento a otro me iban a matar, viajé a la Unión Soviética y allá estudié una carrera con la que le sirvo a mi patria”, testimonió.
RUSIA SIGUE EN MARCHA
A juicio de Ramos Cedeño, “sin Rusia, sin el papel que juega hoy, en la economía, en la ciencia, en la tecnología, en el grupo Brics (Brasil Rusia, China y Suráfrica) el momento presente no tendría el valor de un despertar”.
“Rusia logra restablecer su lugar en la historia después del tiempo de los grandes esfuerzos que hizo la reacción mundial para destruirla e involucrarla en una carrera armamentista donde los recursos se dirigieran hacia la guerra y no hacia la construcción de prosperidad y desarrollo nacional”, explica. Y destaca que “por encima de todo lo que la derecha mundial maquinó para destruirla, para minar sus estructuras sociales y, para apartarla de su destino de gran potencia”.
“Rusia es el producto de la Revolución de Octubre, sin ella hoy no jugaría el papel estelar que está jugando junto con China, que es otro bastión, aunque puedan estar moviéndose con avances y retrocesos, lo que Lenin llamaba “un paso adelante, dos pasos atrás”, pero siempre avanzando”.
NO HAY FIN DE LA HISTORIA
Observa Ramos Cedeño que “este es el momento en que tendrá que ser rectificada esa interpretación del fin de la bipolaridad mundial hecha sobre la convicción de que había muerto la idea del socialismo, de la justicia social, del poder del pueblo, expresada por el filósofo estadounidense Francis Fukuyama como el fin de la historia”.
“Por el contrario, es como lo dijo el Comandante Chávez, el comienzo de la nueva historia, la del socialismo del Siglo XXI”, esgrime: “Un socialismo remozado donde podemos aprender de los errores que pudieran existir en el socialismo real, y reivindicar el papel conductor del pueblo en la construcción de su propio devenir histórico, de su economía, de su sociedad, de su cultura, sin dejarnos influir por la reiteración constante, por parte de la derecha mundial, de hiperbolizar los aspectos negativos”.
NUEVOS POLOS
Ramos Cedeño explica que antes se hablaba de la bipolaridad en referencia a la Europa Occidental y la Europa Oriental, o de la confrontación capitalismo socialismo, “pero en esa confrontación no se tomaba en cuenta a China, que era un gigante durmiendo, un socialismo silencioso que hoy emerge como un nuevo polo, así como también toma presencia América Latina en bloque, como lo soñó el Libertador, que con esa visión martiana nuestramericana también se ha convertido en nuevo espacio de referencia mundial” .
“Estos nuevos actores reclaman cambios en el manejo de los asuntos internacionales, como por ejemplo la necesidad de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no siga siendo el club de los cinco”, expone, para subrayar que ese reclamo implica que “que se tomen en cuenta nuevas voces como India, se incluya cada vez más actores alrededor del tema de quiénes están a favor y quiénes en contra de la justicia social, es decir que la contradicción fundamental no es entre regiones, pues sigue alrededor de dos sistemas, el capitalismo y el socialismo”.
RESCATAR LO POSITIVO
Ramos Cedeño recomienda rescatar todos aquellos elementos aportados por la Revolución de Octubre “como la solidaridad, el conocimiento de los avances de la ciencia y la técnica, y exhorta a resaltar que como en el caso de Guyana y Surinam, ni siquiera los imperios que los dominaban, el británico y el francés, formaron a los futuros dirigentes de esos países”.
“La Revolución de Octubre ha mutado en la Fuerza Avanzadora, con mayúsculas, de muchas revoluciones del mundo a través del aprendizaje que ella generó y hace que esos procesos transformadores de búsqueda de mas democracia, de más libertad, marchen hoy con paso firme, siempre sabiendo que la libertad comienza con los saberes”, sentencia.