Cree que el expresidente Pérez sobreestimó su capacidad para responder a las conspiraciones|Roberto Giusti: es insólito que un golpe de Estado haya triunfado a largo plazo y por la vía democrática

Foto/Héctor Rattia

El invierno de Moscú pareció cálido cuando el periodista Roberto Giusti, exfuncionario del segundo período de Carlos Andrés Pérez (CAP), se enteró de que una rebelión militar ocurrida el 4 de febrero de 1992 había amenazado la continuidad del Presidente al frente de la nación: sintió que la sangre se le congeló.

“Estaba trabajando y me llamó el corresponsal de un periódico mexicano para felicitarme porque el golpe había fracasado y yo no entendía de qué golpe me estaba hablando ni de cuál país”, recordó Giusti, quien para entonces se desempeñaba como corresponsal de la agencia estatal de noticias Venpres, hoy AVN, en la capital rusa.

Las escasas noticias que llegaban desde Caracas desolaron al reportero, a quien le aterraba prologar su estadía en una ciudad en la que no disfrutaba de la calidez del trópico, “debido a una situación que no terminaba de comprender hacia dónde iba” y que le provocaba una gran desazón “porque un golpe de Estado en Venezuela” era algo que le resultaba “insólito”.

Guisti volvió a la patria de Bolívar en julio de 1992 y constató que el país que comenzó a cambiar con el Caracazo era otro.

-¿Qué país encontró cuando regresó?

-Un país enloquecido, enamorado del golpe de Estado, un país entusiasmado con Hugo Chávez, apoyado por sectores que hoy han comprendido el error y que se oponen ahora al Gobierno. Venía de presenciar un fenómeno político que estaba yendo a la inversa de lo que estaba ocurriendo en Venezuela. Había un país que estaba sufriendo una transformación, un cambio profundo en sus estructuras política y económica: El gigante, el imperio soviético se derrumbaba junto al Partido Comunista, se escindía en 16 repúblicas que antes estaban bajo las células soviéticas y que intentaban -quizás de manera torpe e inconsciente- un cambio hacia la democracia y el libre mercado en medio de tremendas dificultades, que aún no han podido ser superadas. En Venezuela había todo lo contrario: una situación que pretendía sustituir un sistema político democrático por lo que tenemos ahora.

-¿Qué cambio en Venezuela el 4 de febrero de 1992?

-Muchas cosas, cambió una situación de paz social, de apoyo mayoritario a la democracia por un clima de enfrentamiento y por un convencimiento -incluso de sectores que se suponían democráticos- hacia la confrontación como una salida a los problemas que estaba enfrentando el país.

-¿Considera que en ese momento había paz social?

-Hasta antes del 27 de febrero (de 1989) la hubo. Había un pacto social, había un acuerdo entre distintos sectores de la sociedad. Los partidos eran policlasistas, a ellos pertenecían empresarios y trabajadores. Habían instituciones que permitían el entendimiento entre las diversas clases sociales y había ese pacto social que permitía la convivencia. Ese pacto se rompió y el resultado lo vemos ahora con una sociedad dividida.

-Entonces, el pacto se rompió el 27-F.

-A partir del 27 de febrero no se rompió el pacto, sino que se produjo un cambio en la estabilidad económica y política del país. Una suerte de ruptura. La paz social se comenzó a quebrantar y posteriormente, los sucesos que ocurrieron a continuación agravaron la situación.

DE CÓMO SE LLEGÓ AL 6 DE DICIEMBRE DE 1998

-El 4-F fracasó pero igual el presidente Carlos Andrés Pérez cayó. ¿Quién derrocó a CAP?

-Desafortunadamente se produjo en el país un apoyo insólito al golpismo de parte de sectores que supuestamente formaban parte de ese pacto social, en una especie de euforia, de olvido súbito de toda la tradición democrática que se pudo adquirir después de 40 años de ejercicio democrático. Esos factores determinaron que a larga lo que se rompió el 4 de febrero terminó de romperse por la vía democrática. Lo insólito de todo esto es que un golpe de Estado haya triunfado a largo plazo y a través de la vía democrática. Sin 4 de febrero no hay 6 de diciembre de 1998 (cuando Hugo Chávez ganó la presidencia por primera vez).

-¿Cuáles fueron esos sectores que se unieron en apoyo a la rebelión?

-Absolutamente todos y los partidos políticos. Si tu revisas la historia contemporánea encontrarás que diferentes partidos políticos, incluyendo a Acción Democrática (AD), querían sustituir al Presidente de la República.

¿Y qué pasó en Acción Democrática?

-Carlos Andrés Pérez quebró muchos intereses que se veían privilegiados por la situación reinante. De alguna manera afectó los intereses de los empresarios que disfrutaban de la barrera arancelaria que impedía la entrada de productos del exterior y los puso a competir con la liberación de esas barreras. Carlos Andrés Pérez alentó y logró el inicio de un proceso de cambios políticos que se manifestó en la desestabilización política administrativa y en la elección popular de gobernadores y alcaldes. Estos intereses políticos estaban enquistados en posiciones de poder que no cambiaron con esas reformas.

Usted fue un hombre cercano al expresidente Pérez y lo conoció de cerca. ¿Si el Gobierno sabía que se gestaba una rebelión militar por qué CAP hizo caso omiso a las advertencias?

-No estaba en Caracas en ese momento y se me es difícil dar una respuesta que tiene que ver con la actitud que mantuvo el Presidente en los días, las semanas o en los meses anteriores al golpe de Estado. Me imagino que el presidente Pérez tenía una sobreestimación de su capacidad, de su liderazgo, de las posibilidades que tenía a la mano para evitar que eso ocurriera. Quizás no atisbó las conspiraciones que estaban sucediendo en diversos sectores del país, no sé si coordinada o no. El mismo presidente Chávez ha dicho que él estaba en una conspiración de generales, a parte de la conspiración que él estaba montando y que de alguna manera establecieron contacto. Había sectores civiles que estaban conspirando, no sabemos si en combinación con sectores militares, había otros sectores que buscaban el cambio político a como diera lugar. Había todo un clima de rechazo al Gobierno que el presidente Pérez quizás no supo comprender en su magnitud o se negó a hacerlo o sobreestimó las bases democráticas del país.

-Usted se refirió a un “euforia” y en los años 90 se hablaba de la “Chávezmanía” ¿Qué caracterizó a esa Chávezmanía del momento?

-Pasó que el sentimiento democrático, ese que dicen que el venezolano tiene tan arraigado, no era tan potente ni tan resistente a las tentaciones y volvió a aflorar esa sujeción al caudillismo, al hombre providencial, a la violencia, al cambio súbito, a la aventura, a la inestabilidad, a todo lo que estamos sufriendo hoy en día. Ese fue un momento que Chávez supo manejar inteligentemente y que coincidió en que los partidos políticos no entendieron la crisis del sistema que ellos mismos contribuyeron a provocar.

-¿Qué hace falta por investigar o desentrañar del 4 de febrero de 1992?

-Los hechos están a la vista. Hay que ver la cantidad de muertos que hubo, la víctimas que provocó el golpe, eso no está claro, ni las circunstancias en las cuales murieron. Lo demás ya se sabe. Han pasado 20 años, tiempo suficiente para sacar balances. Después de 20 años se supondría que ese proceso de transformación que nos anunciaron que vendría después del 4 de febrero con un hombre nuevo, con una sociedad de iguales, con la derrota definitiva de la pobreza no ha ocurrido ni mucho menos. El país sigue teniendo desigualdades, pobreza. La situación -a mi juicio- es mucho peor que la que teníamos antes que el 4 de febrero y por lo tanto el balance es absolutamente negativo.

Texto/Várvara Rangel Hill
Foto/Héctor Rattia

estabien que no estemos deacuerdo , pero porque tienen que insultar al señor ???

  • ¿Apoyo insólito? Este calvo amargado, despechado y venenoso es otro de los vió el rayo y nunca vió (Y todavia no vé aquella tempestad.

  • Triunfó por que el pueblo no incluido se dio cuenta de los traidores como usted, que ya era hora de actuar y seguir actuando para combatir a los apátridas que son muy pocos afortunadamente y ya están descubiertos , pero que la historia no perdonará, hay que perseguirlos hasta encarcelarlos.

  • Roberto Giusti, adeco tenias que ser pero bueno lo que te queda de vida lo viviras con tu resentimiento, hacia la revolución y claro que tiene que existir una división entre dos sectores de la sociedad venezolana, lógico la inmensa mayoria no se va a dejar pisotear de nuevo por la oligarquía venezolana y mucho menos de medios de comunición golpistas.