Díptico, del escritor cubano Roberto Pérez Villa, obra ganadora del Premio de Narrativa Salvador Garmendia, pudo llamarse Tríptico, revela el autor.
“Su punto de partida fue una idea que me llegó hace más de diez años. Entonces no me sentía en condiciones de realizarla literariamente. Después de un par de proyectos, y algún otro abandonado, me puse a redactar estas historias que siempre pensé que debían formar parte de un todo. Al terminar la segunda, titulada ‘Extraños’, que en realidad es la primera del libro, sentí que ya no tenía sentido seguir con la tercera historia. ‘Extraños’ y ‘Sonata’ funcionaban a manera de juego de espejos y lo dejé hasta ahí. Tal vez después pueda redactar la tercera parte.
El viernes 4 de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Venezuela se leyó el veredicto del Concurso Nacional de Narrativa Salvador Garmendia, en su décima edición, la cual fue convocada durante en 2015. Roberto Pérez Villa está residenciado en Venezuela desde hace nueve años.
-¿Cuándo fue escrito Díptico?
-Este libro fue escrito a lo largo de dos años en una pequeña habitación que me alquilaban unos amigos en Parque Central, al tiempo que sobrevivía haciendo documentales e impartiendo clases de realización audiovisual.
-Resides en Venezuela desde hace 9 años, ¿por qué decidiste quedarte en nuestro país?
-En Venezuela tuve la oportunidad de ganarme la vida con el oficio audiovisual y de salvar un poco de tiempo para poder escribir.
-Considerando tu trabajo como director de documentales, ¿es estratégica tu inspiración al momento de escribir?
-Como documentalista alimento el cuerpo, como escritor, el espíritu. El oficio audiovisual es colectivo y costoso, por eso siempre se encuentra sometido a algún tipo de interés, acción estratégica, etcétera. Cuando me acerco al trabajo literario intento (aunque tal vez no siempre lo consiga) que allí solo operen elementos literarios. Esto es, un lenguaje que construye unos personajes y un mundo donde esos personajes se enfrentan a cuestiones humanas.