Rodolfo “Speedy” González sigue en España cumpliendo con una agenda entrenamientos que le permiten mantener su estado físico en la pausa forzada que ha tenido este año.
Hace dos semanas viajó a Estados Unidos para probar con par de equipos de la Indycar que lo colocan a un paso de esa categoría para el año que viene.
En medio de su rutina, previa a su retorno oficial a las pistas internacionales, lo sorprendió el accidente que Jules Bianchi tuvo hace dos semanas en el Gran Premio de Japón.
González dice que no lo podía creer y lamentó mucho los errores que se dieron en la pista y que incidieron para que el primer carro (el de Wladimir Sutil) que colisionó no fuese retirado de manera rápida. En pleno momento, Bianchi perdió el control del auto y chocó contra la grúa que asistía al auto de Sutil; por ello, actualmente, lucha por su vida en un hospital de Yokkaichi.
“Oro todos los días por la salud de Jules (Bianchi). Siempre le mando fuerzas a él y su familia, porque estoy seguro de que saldrá bien de este percance. Para mi, Jules es el mejor piloto con el que he compartido en este mundo”, dijo González al Correo del Orinoco.
TRISTE
Por el hilo telefónico, “Speedy” hace una pausa para recordar algunos momentos que vivió con el piloto, el año pasado, en la escudería Marussia.
En 2013 González fue el tercer piloto del cuadro rojo. Hacía las pruebas de los carros de Bianchi y Max Chilton antes de que salieran a efectuar los ensayos y pruebas de clasificación; incluso, “Speedy” llegó a participar en tres test de manera oficial con sus compañeros.
“Antes del GP de Japón le escribí y desee suerte. Le dije que esperaba que para el año que viene se pudiera sentar en un monoplaza más competitivo”, recalcó.
“Me dijo ¡Gracias, espero verte pronto! Estas fueron las últimas palabras que me dirigió. Horas más tarde tuvo el choque”, puntualizó González.
Hace 10 meses y luego de las buenas actuaciones que el venezolano tuvo con Marussia, el cuadro rojo esperó hasta lo último por él para contar con su talento como piloto al lado de Bianchi.
En ese momento Max Chilton no tenía asegurado su puesto como segundo piloto; por ello, el nombre de González cobraba mayor fuerza.
Por no contar con un patrocinante fuerte, González tuvo que despedirse de Marussia. Las finanzas no le dieron ni para volver a ser el tercer piloto, por un año más. Si hubiese sido así, hoy seguramente sustituiría a Bianchi en el Gran Premio de Rusia.
“Cuando llegué a ese equipo, Jules me abrió los brazos. Fue fundamental para mi adaptación. De verdad no me hubiese gustado correr en la F1, por él, en estas circunstancias. Siempre me picaba, lo hacía en todo”, acotó el venezolano.
GRANDES MOMENTOS
De acuerdo a los testimonios de González, siempre competían cada vez que ambos asistían a un escenario de cualquier tipo. Ese código era parte de la amistad que los unía en el trabajo que hacían en Marussia.
“Nunca entrenábamos relajados. Cuando íbamos al gimnasio uno debía hacer más bicicletas que otro. Una vez en Londres fuimos a una pista en la que alquilaban carros para aficionados. No eran carros de carrera, solo para diversión, pero cuando Jules agarró el de él, me empezó a buscar competencia y yo accedí. Ahí empezó la carrera entre él y yo. De verdad, nosotros juntos éramos como unos carajitos”, contó “Speedy” con un claro tono nostálgico que se le sintió por el teléfono.
El viernes, Phillipe Bianchi, padre de Jules, informó que su hijo libraba una lucha “como la que hace en un circuito”.
Hasta los momentos su estado sigue siendo crítico, pero estable, en lo que se refiere a las heridas neuronales que sufrió en el choque.
Pese a las malas informaciones que da el parte parte médico, González insiste en que el piloto “tiene las fuerzas para salir adelante”.
“Como piloto siempre fue rápido, exprimía los carros y les sacaba al máximo la velocidad. No era para nada pasivo”, precisó.
Bianchi siempre fue considerado uno de los fuertes prospectos de la Ferrari; sin embargo, nunca recibió la oportunidad por parte del cuadro italiano para estar entre los titulares.
González recordó que siempre le dijo que merecía estar con ellos, ya que “nunca dejaba de luchar por escalar en la F1”.
“Él merecía estar en la Ferrari y siempre lucho por eso; por ello, le dije que el año que viene quería verlo en un auto mejor. Ojalá y así sea”, recalcó.
“Speedy” González sigue en Europa. Probablemente venga al país en diciembre antes de comenzar con las pruebas en la Indycar en enero; no obstante, en su presente saca momentos para “dedicarle un tiempo de oración a Dios en pro de su amigo Jules”.
FAMILIA OPTIMISTA
-El viernes, Phillipe Bianchi, padre del piloto herido indicó que su hijo estaba “bien rodeado” de buenos médicos.
-De acuerdo a la agencia EFE, los galenos Gérard Saillant y el neurocirujano Alessandro Frati están pendientes de la evolución del deportista.
-En cuanto a las circunstancias del accidente, el padre del piloto afirmó que no ha querido ver el vídeo del mismo y criticó que esté circulando por las redes sociales.
«Es difícil de hablar de un hecho de la carrera. Para mí, parece más un accidente de circulación. En función de lo que pase diré lo que pienso más tarde», indicó.