Durante la sesión inaugural de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20, la presidenta anfitriona Dilma Rousseff criticó la imposición de políticas económicas de «ajustes» a los sectores más vulnerables para enfrentar la crisis financiera que sacude a los países industrializados.
Mujeres, niños, desempleados, jóvenes y pensionados son las principales víctimas del programa neoliberal propagado en Europa para combatir los patrones de crecimiento lento y la recesión, detalló la mandataria en la plenaria.
«Estos modelos de desarrollo han agotado su capacidad de responder a los desafíos contemporáneos», afirmó.
Rousseff subrayó que solamente las políticas en favor del crecimiento son las únicas posibles para enfrentar la crisis y citó el caso de América Latina en la última década.
Recordó que en la región la consolidación democrática ha marchado de la mano con la reducción de la pobreza y rumbo a la integración.
La anfitriona afirmó que el desarrollo sostenible debe tener como centro de consenso al ser humano y, en consecuencia, optar por la lucha contra la miseria con reformas estructurales que incluyan a los excluidos.