El pesista zuliano Israel Rubio, quien se encuentra detenido en el centro penintenciario Casa Circondariale de Pescara, Italia, rompió este miércoles el silencio por medio de una carta a su familia y amigos, en la cual se declara inocente de las acusaciones que recaen sobre él, por presunto tráfico de sustancias sicotrópicas.
Rubio conversó durante dos horas con personal del consulado venezolano en Milán y les explicó su versión de los hechos.
El atleta dijo que salió de Maiquetía, el 19 de enero de este año, con destino a Barcelona, España. bajo presuntas amenazas de muerte, las cuales incluían a sus tres hijos y su esposa.
EL VIAJE
“La salida desde el aeropuerto Simón Bolívar se realizó en compañía del atleta venezolano Leonel Albarrán y tres jóvenes quienes desconozco la nacionalidad y nombres exactos. Decían llamarse Michele, Will y Ángelo”, explicó Rubio en la carta.
El zuliano expresó que el destino a Barcelona no se concretó por que supuestamente perdieron la conexión, así que hicieron escala en Roma.
Según Rubio, el propósito de este grupo de personas era utilizar su imagen como figura del deporte venezolano para persuadir a las autoridades; sin embargo, “aún no sabía cuál era realmente la situación en la que me encontraba involucrado”.
“Al llegar a Roma nos trasladamos a la ciudad de Pescara, donde nos hospedamos los cinco en un apartamento de dos habitaciones”, especificó.
El pesista indicó que durante los tres días que vivió en el apartamento nunca salió, ya que su compañero Albarrán lo mantuvo durmiendo en un sofá, aislado y sin pasaporte; no obstante, señaló que sospechaba de la situación, pero no sabe ni vio nunca nada por lo restringido que lo mantuvo Albarrán.
Al momento de la detención solo estaban presentes él y dos mujeres dominicanas. En ese instante -dice la carta- llegó la policía e incautó una bolsa de regalo con un polvo blanco que era cocaína, entre otras sustancias.
En medio del relato, Rubio se declaró inocente, apoyado en el testimonio de una de las mujeres dominicanas, que corroboró que el atleta “no tenía nada que ver en el caso”, según lo expuesto por el mismo deportista.