Los rumanos se movilizaron el domingo en contra de la inmunidad concedida en su país a los parlamentarios corruptos.
La manifestación, a la que asistieron cientos de personas, tuvo lugar en la capital de Rumania, Bucarest, en protesta contra un proyecto de ley que aumentaría la inmunidad de los parlamentarios.
Los indignados, coreando lemas contra el Parlamento, trataron de romper los cordones establecidos por la Policía antidisturbios frente a la sede del Gobierno, en un intento por acceder a esta sede y a la de uno de los partidos de la coalición gubernamental; y la protesta acabó en enfrentamientos con los agentes policiales.
Según el susodicho proyecto de ley, los legisladores de este país europeo no podrán ser investigados por casos de corrupción vinculados con sus actividades públicas, tales como abuso de poder o conflicto de intereses.
A pesar de las protestas populares en contra de esta ley, se prevé su votación para esta semana, lo que permitiría la excarcelación de varios políticos condenados por corrupción.
Este polémico borrador causó las críticas de no solo el pueblo rumano, sino también de la Presidencia, la oposición, los grupos a favor de la democracia y de varios diplomáticos de la Unión Europea (UE).
Parece que tanto el presidente como la oposición rumanos están en desacuerdo con esta ley, pues la oposición prometió que, una vez se apruebe la ley, la llevará ante el Tribunal Constitucional, al mismo tiempo que el presidente Traian Basescu aseguró que no estampará su firma en la misma y la enviará de vuelta al Parlamento.