Según Minamb|Salud de caraqueños no será afectada por Fenómeno Calima

Evaluaciones realizadas por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, MINAMB, con la colaboración del Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo, Intevep, determinaron que el fenómeno atmosférico Calima, o Calina, no ha generado condiciones desfavorables en la calidad del aire en la ciudad de Caracas y no representa riesgos para la salud de los ciudadanos.

Los citados organismos informaron que llevan a cabo un monitoreo constante de la calidad del aire de la ciudad, a través de estaciones fijas ubicadas en distintas zonas de la capital, cuyos resultados especifican que las concentraciones de partículas -durante el evento actual del fenómeno- son menores a las establecidas en las normas internacionales.

Como parte de los estudios, las estaciones de Intevep analizaron las concentraciones de ozono en la atmósfera, determinando que este se encuentra por debajo de los límites determinados por el Decreto 638, respecto a la Calidad del Aire y Control de la Contaminación Atmosférica.

CONOCIENDO AL FENÓMENO CALIMA

En la ciudad de Caracas, Venezuela, se observa una capa blanquecina que permanece suspendida en el ambiente desde la segunda quincena de febrero. A partir de este fenómeno, el personal técnico del Minamb a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Inameh, inició las evaluaciones de las variables meteorológicas y de calidad del aire capitalino.

Tales análisis establecieron que la nubosidad perenne en la atmósfera se debe a la ocurrencia de dos situaciones ambientales: la alta incidencia de incendios forestales, lo que incrementa las concentraciones de partículas suspendidas en el aire y las condiciones meteorológicas específicas de la temporada seca.

Una nota de prensa del Minamb, explicó que la temporada seca se caracteriza por el buen tiempo reinante, donde normalmente se presenta baja humedad relativa, poca nubosidad, escasez de precipitaciones en gran parte del país y vientos relativamente débiles (características que están asociadas a los sistemas de alta presión).

Por su parte, la alta presión produce un debilitamiento de los vientos Alisios (vientos del Noreste) generando una gran estabilidad atmosférica. Esto casi anula el movimiento del aire en forma vertical, resultando lo que se llama coloquialmente: “no sopla el viento”.

Según registros del Inameh, la temporada seca y la alta presión son condiciones que favorecen una mayor concentración de partículas producidas por los incendios forestales en la capa baja de la atmósfera, que es la más cercana a nuestra visual. Esto no sólo afecta la visibilidad y la calidad del aire, sino que podría estar asociado al aumento de la temperatura dentro de la burbuja urbana.

En consecuencia, la combinación de todas las situaciones descritas originan un fenómeno meteorológico conocido como Calima. Según la versión web del Diccionario de Meteorología y Clima, “la calima es la existencia de partículas muy pequeñas de polvo o arena en suspensión en la atmósfera”. Y establece que la desaparición de este evento está condicionada por el viento o la lluvia.

Vale destacar que según la misma fuente, en función de su densidad, la calima puede llegar a producir una disminución en mayor o menor medida de la visibilidad y la aparición de molestias en ojos, nariz y garganta. Si es persistente o abundante, pueden aparecer otros síntomas como broncoespasmos, crisis respiratorias y asma.

La seriedad de estas consecuencias debe mover a la ciudadanía al ahorro de energía, recordando que la sequía vivida por Venezuela en los actuales momentos es producto del cambio climático mundial, originado a su vez por la mala utilización dada por el hombre a los recursos.

Respecto a la mayor intensidad del color rojizo que se observa en el cielo durante el amanecer y el atardecer, se estableció que es a causa de otro fenómeno, esta vez uno óptico, gracias al cual las partículas con diámetros entre 0,1 y 1 micrómetro dispersan la luz solar.

Las evaluaciones explicadas han sido realizadas por el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, MINAMB, en conjunto con investigadores en Química Atmosférica del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC, del Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo, Intevep, y del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Inameh.

T/Cristina Blanco Pérez
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