Jorge Sampaoli y la selección chilena llegaron a un acuerdo para rescindir el contrato del técnico argentino, que hizo campeón de América a La Roja el pasado verano por primera vez en la historia de ese país.
La situación era irreconducible. ‘Sampa’ tenía contrato hasta 2018 pero quería salir ya. El obstáculo era una cláusula de seis millones de euros, más o menos, que, al final, se ha reducido bastante. Es decir, el casildense tendrá que pagar algo (se habla de un millón y pico de euros), pero no esa desproporcionada cláusula que exigía su contrato.
La desvinculación permite además evitar un juicio que parecía inexorable entre el cuerpo técnico del argentino y la nueva Federación chilena presidida por Arturo Salah.
Queda así libre un técnico bastante cotizado en Europa. Aunque aún no tiene equipo firmado, Roma, Swansea e incluso Oporto han llamado a su puerta últimamente.
La salida de Sampaoli deja ahora vacante el banquillo chileno. El ambiente entre Sampaoli y el público local se había enrarecido a raíz de varios episodios turbios aireados por la antigua cúpula de la Federación y, además, por el deseo del argentino de salir de La Roja, con la que ya había llegado a su techo, logrando esa Copa América 2015.
Recordemos que el ayudante y hombre de confianza de Sampaoli es Juan Manuel Lillo, técnico español, que le acompañará en su próxima aventura.