Sincretismo religioso|Santa Bárbara celebra con devotos llegada a los cielos

Rosas, frutas, velones rojos y un manto color carmín son algunos de los elementos que adornan el altar de Santa Bárbara para celebrar hoy su día. Según relata la historia, la Venerada, fue asesinada por su padre hace más de mil 700 años, por lo que pasó a ser auxiliadora de los católicos.

De acuerdo a la tradición católica, las antiguas escrituras indican que la joven Bárbara nació en Nicomedia, ciudad ubicada en la actual Turquía, alrededor del siglo III después de Cristo. La historia cuenta que su padre fue un hombre pagano, rico y poderoso llamado Dióscoro, quien se propuso inculcarle a su hija la idolatría. Bárbara se negó a seguir estas creencias y, en cambio, prefirió convertirse al cristianismo, lo que encendió la ira de su progenitor y provocó que la encerrara en una torre.

Fue un sacerdote quien, haciéndose pasar por médico, la bautizó y le enseñó la doctrina cristiana mientras se encontraba encerrada. Para expresar su fe, Bárbara mandó a instalar una tercera ventana en la torre, que simbolizara la Santísima Trinidad. Dióscoro hizo miles de intentos por hacer cambiar a su hija de opinión pero, a pesar de azotarla, golpearla con un martillo, quemarla con hachas encendidas, mutilarle los pechos, rasgarle sus carnes con garfios y pasearla desnuda para humillarla, esta se negó a dejar su religión.

Se dice que cuando Bárbara fue despojada de sus ropas para ser vejada cayeron del cielo copos de nieve que taparon su cuerpo por completo. Al no hallar manera de convencerla, su padre le pidió a un juez pagano que le permitiera ejecutarla y degollarla en la cima de una montaña, cuando ella solo contaba con 18 años de edad. La petición le fue concedida, pero apenas Dióscoro terminó de asesinarla, cayó del cielo un rayo que lo fulminó de inmediato.

Sincretismo religioso

A partir de esa tragedia, Santa Bárbara comenzó a ser considerada patrona de los mineros, artilleros, bomberos, y protectora ante la muerte repentina, la impenitencia y los rayos en caso de tormentas. Sin embargo, su simbolismo ha sufrido un proceso de sincretismo al ser asociada con dioses de la Santería africana como Changó.

La colonización española trajo a América el catolicismo y también a los negros esclavos de África. Con esta diáspora se produjo una complejidad de cultos religiosos, que hasta el presente se profesan.

Por ser Changó poseedor de atributos similares a la Santa Bárbara el contingente de negros esclavos yorubas traídos a América vio la posibilidad de continuar la profesión de su adoración a Changó, el rey de las cuatro tierras, la fiesta, el vino, la guerra y la justicia a través de la santa blanca que con una copa en la mano y el rayo a sus espaldas los amparó de sufrir los terribles castigos del yugo español, desde allí se concretó el sincretismo entre Santa Bárbara y Changó.

Una gran fiesta

Esta fecha se conmemora en su honor, en muchos países de América y Europa, ya que se supone que este día su vida fue segada. En Venezuela los devotos de Santa Bárbara le rinden tributo entregándole ofrendas que van desde ceremonias ancestrales hasta grandes festines acompañados de música, bailes, cantos y comida.

Esta fiesta se extiende en todo el territorio nacional, especialmente en las poblaciones de Arichuna, estado Apure; Santa Bárbara de Barinas; Santa Bárbara del Zulia; Ciudad Piar, estado Bolívar, y Curiapo en el Delta Amacuro.

Uno de los altares que se vestirá de fiesta es el de Rossana Madera, devota de la parroquia La Pastora, quien celebra este día desde hace siete años. “La fiesta es una celebración que se hace desde las 12 de la medianoche del 3 de diciembre, y continúa hasta las 6:00 am del día 4. En esta ceremonia invito a mis familiares y amigos”.

A su vez, enfatizó que desde niña le tiene mucha fe. “Mi Santa Bárbara inició siendo una imagen pequeña y ya tengo una que me regaló mi esposo, casi de mi tamaño”.

La creencia popular afirma que al iniciar la relación de fe con la santa se comienza con una imagen de pequeño tamaño, la cual se va cambiando y adquiriendo una de mayor proporción en tanto se van cumpliendo las peticiones realizadas. El tamaño va representando a su vez el crecimiento de la fe en algunos casos.

El ritual incluye una gran cantidad de elementos. “En esa fiesta se le baila, se comparte en familia, le hacemos torta, se le ponen flores, frutas y mucho vino. Este año le llevo dos ramos de rosas, más las flores que se le ponen en el altar. A ella le debo muchas cosas que han sido petición. Ahora, más que pedirle, le agradezco mucho. Lo que tengo se lo agradezco, primeramente a Dios y segundo a ella”.

Por su parte, el vecino de la parroquia San Bernardino, Reegan Lujano, llevaba en una bolsa velones rojos. “Me llevo ocho velones que me encargó mi madre Aura Maldonado, quien es católica y devota de Santa Bárbara desde hace más de 30 años. Le hacemos un arreglo floral, mucha frutas y música. La imagen que tiene es una Santa Bárbara española que le regalaron hace años”, contó.

¡Qué viva Changó! en Venezuela

Shangó o Changó fue un rey guerrero y los generales de Nigeria, país de donde se origina el culto a este santo, lo adoraban. Sus seguidores lo veían como el recipiente de grandes potencialidades creativas. Fue uno de los reyes yorubas que ayudó a construir las formaciones de batalla y gracias a sus conquistas el imperio Yoruba se hizo famoso, sobre todo por su caballería de guerra, la cual tuvo un papel fundamental en la construcción del imperio. A Santa Bárbara se le asocia con Changó por las características de guerrero y justiciero. Ambos se identifican con el color rojo y blanco, ella por su capa y el por su saya de cintos blancos y rojos. La vinculación de Changó con Santa Bárbara se realizó a fin de seguir realizando la celebración a la deidad africana frente a los ojos del catolicismo. Después del Concilio Vaticano II, en 1969, la iglesia Católica eliminó a Santa Bárbara del calendario litúrgico junto a otros santos antiguos, por falta de datos históricos que confirmaran su existencia. La fe en la santa se mantiene en Venezuela, también a través de Changó y como prueba solo basta observar los altares caraqueños.

Fuente/Ciudad Caracas
Foto/Archivo